Al confirmar que el regidor Salvador Caro Cabrera no es (¡por supuesto!) un “infiltrado” en las filas del Partido Movimiento Ciudadano, concluimos que eso se demuestra con la “inmolación” que decidió hacer con el propósito de salvar a su dirigente Enrique Alfaro Ramírez.
Caro Cabrera asumió toda la responsabilidad de los hechos violentos y vandálicos registrados en el Palacio Legislativo, no obstante que él asistió creyendo que su dirigente y “líder” moral lo  cumpliría su palabra de estar presente ahí en esa manifestación.
A la convocatoria que Alfaro Ramírez hizo a través de su cuenta de Twitter para que sus seguidores asistieran a manifestarse el sábado a las 10:00 en la Plaza de la Liberación, Salvador Caro Cabrera respondió también a través de su cuenta personal:
“A las 10 de la mañana estaré acompañando a @EnriqueAlfaroR afuera del Congreso para pronunciarnos en contra de #reformaenergétiva te invito”.
Pero Caro Cabrera fue de los engañados y se quedó esperando a su “líder” convocante que nunca llegó dizque porque alguien le avisó que había “moros con tranchete” que querían “quemarlo” en leña verde, no obstante que estaba a “5 min” del Congreso.
Para empezar, la confesión de Caro Cabrera y el asumir toda la responsabilidad y el costo de lo sucedido el sábado, no fue una decisión que no haya consultado con su “líder” y demás integrantes de la “búrbuja” del Partido Movimiento Ciudadano. Vamos, fue una “decisión concertada”.
Caro Cabrera se “inmoló” frente a los reporteros cuando soltó:
“El día de hoy estoy ante ustedes para dar la cara ante la sociedad y asumir en mi persona la total responsabilidad que corresponde a nuestro movimiento, por los lamentables hechos del sábado pasado en el Congreso. Asumo la responsabilidad que corresponde a nuestro movimiento, toda vez que yo era el integrante con mayor experiencia cercano a los sucesos; no existe desde mi punto de vista ninguna justificación por la actuación de algunos de los miembros de nuestro movimiento…”.
Los reporteros, que ya no se dejan “chamaquear” tan fácil como inicialmente lo hacían los integrantes del Partido Movimiento Ciudadano (bueno, todavía hay por ahí algunos colegas que son ingenuos por conveniencia), le cuestionaron a Caro Cabrera si con esa postura no asuimía el papel de “pararrayos” de Enrique Alfaro quien si bien no estuvo presente en el lugar sí fue el convocante de la manifestación, el regidor tapatío se “inmoló” por segunda ocasión y dijo:
“Yo estoy asumiendo, yo estaba ahí presente, me parecen muy lamentables estos sucesos violentos y no se corresponden a nuestra línea de trabajo y alguien tiene que dar la cara, y el que tiene que dar la cara es el que estaba ahí y ahí estaba yo; no comparto lo sucedido pero es a mí a quien me corresponde dar la cara ante la sociedad.  Alfaro no tiene ninguna culpa en los hechos violentos”.
Y sí, a Salvador Caro le asistió toda la razón cuando dijo: “Alguien tiene que dar la cara, y el que tiene que dar la cara es el que estaba ahí y ahí estaba yo…”.
Sí, sólo que Salvador no hubiera estado ahí presente si previamente no hubiese habido una convocatoria por parte de quien hasta el momento no ha dado la cara y nunca llegó al punto de reunión.
Por tanto, se aplaude el gesto de lealtad de Salvador Caro Cabrera a su “líder”, no obstante que los dejó sólos..