El gobernador Emilio González Márquez mencionó ayer los nombres de quienes se le han acercado a decir que ya tienen listos sus “tiliches” para dejar el gabinete e irse en busca de una nueva “chamba” que les asegure el sustento por otros seis o tres años más, pero entre ellos no dijo los de su secretario de Vialidad, Diego Monraz Villaseñor, y de su procurador Tomás Coronado Olmos.
González Márquez no ignora que ambos funcionarios también tienen aspiraciones futuristas, pero  aseguró que ninguno de los dos le han dicho que ya se van, aunque no descartaba que más adelante pudieran hacerlo y entonces también tendría que pensar en quién los sustituirá.
Pero todo indica que si bien deja en libertad a Monraz Villaseñor a que decida si se va o se queda,  no fue así con Coronado Olmos a quien habría obligado a no dejar el cargo o, más aun, ordenarle que si tenía ganas que mejor se las quitara, porque no le iba a dejar aventado el “changarro” tras el macabro hecho del jueves pasado cuando sobre la avenida Lárazo Cárdenas abandonaron 26 cadáveres.
Y es que bonito espectáculo nacional estarían dando si ante este hecho – amén de la gran cantidad de ejecuciones que se siguen registrando en diversos puntos del estado, principalmente en la zona metropolitana, donde sólo entre viernes y domingo pasado se registraron nueve-, nada menos que el Procurador del Estado “tira la toalla” porque quiere ser presidente municipal de Guadalajara, con casi nulas posibilidades de lograrlo.
Caso contrario es el de Diego Monraz, quien si bien hasta el momento no ha dicho que declina en su aspiración de ser candidato a la alcaldía de Zapopan, fuentes del gabinete aseguran que ha pensado muy bien el paso que va a dar, pues sabe que no trae ventaja en la ex Villa Maicera y que son más altas las posibilidades de perder la contienda frente a la contralora Maricarmen Mendoza, que ganarla, aunque haya quien le haga creer que va arriba en las encuestas -¿cuáles?-.
Así las cosas, que no nos extrañe si Monraz Villaseñor prefiere seguir al frente de la Secretaría de Vialidad antes que irse a una aventura donde lo único que sumará será un fracaso.
En el caso del Procurador del Estado, simplemente sería una irresponsabilidad irse a satisfacer una ambición personal antes que cumplir con su obligación y compromiso ante el escenario que en materia de inseguridad pública vive Jalisco.
Así de sencillo.