Por Julio César Hernández
El objetivo era claro: evidenciar ante el presidente Felipe Calderón Hinojosa al grupo del secretario de Gobernación, Francisco Ramírez Acuña, como los “complotistas” en contra de un gobierno emanado de su propio partido, personalizándolo en la figura del coordinador de la bancada panista en el Congreso, Jorge Salinas Osornio.
Al parecer la estrategia del equipo del gobernador Emilio González Márquez era la siguiente: “emboscar” a Salinas Osornio en dos frentes.
Uno, en su propio terreno, el recinto Legislativo, hasta donde llegaron sin previo aviso ni invitación de por medio el secretario general de Gobierno, Fernando Guzmán; el titular de Finanzas, Oscar García Manzano; y el coordinador de Políticas Públicas, Alonso Ulloa Vélez, dispuestos a aclarar cualquier duda respecto al presupuesto, parta evitar que sean reasignados casi mil millones de pesos.
El otro, desde San Gabriel, donde el propio Mandatario estatal se encargaría de lanzar el “dardo” contra Salinas, al decir que ve en él una “agresividad inexplicable”, que parecería que tienen (los diputados) “como objetivo boicotear el trabajo que hace el propio gobierno panista”.
De esta manera, a su arribo a Guadalajara al día siguiente de estas acciones, el presidente Calderón se daría cuenta que los enemigos del gobernador Emilio González son los propios panistas, aliados a Francisco Ramírez Acuña.
Pero, como en otras ocasiones, al equipo emilista le volvió a fallar la punteria, pues además de que los diputados -de todos los partidos-, miembros de la Comisión de Hacienda cerraron filas en torno al presidente de la misma, Salinas Osornio, ante el ataque del Gobernador, el presidente Calderón no olvida lo que éste grupo hizo para convertirlo en candidato, primero, y luego en Presidente.
Y fue así que regresó al ejido de El Zapote, donde el equipo de Ramírez Acuña lo “destapó” como precandidato presidencial, para entregar varios millones de pesos como indemnización por la expropiación de 306 hectáreas para construir, hace 56 años, el aeropuerto de Guadalajara.
Ahí está, pues, el “mensaje” presidencial de apoyo al grupo panista del que forma parte Jorge Salinas Osornio, y que encabeza el titular de Bucareli.