En junio del año pasado el joven político Pedro Kumamoto Aguilar se levantó con el triunfo electoral por la diputación del distrito 10, con cabecera en Zapopan, con un total de 57 mil 215 votos (37.5%) de los 152 mil 467 que se emitieron. O sea que 95 mil 215 ciudadanos sufragaron a favor de otras opciones políticas.
Con un padrón total en ese distrito de 272 mil 577 electores, ese primer domingo de junio de 2015 participó el 51.94% del padrón, porcentaje suficiente para hacer llegar al Congreso del Estado al primer diputado sin partido político.
Generando una gran expectativa entre el electorado que voto y no a favor de él, así como en el resto de la entidad, Kumamoto Aguilar ha sido enfático en asegurar -y así lo marca en su portal de internet- que “el razonamiento de mis votos es público. Justificaré cada uno de mis votos. Cada iniciativa de ley o reforma promovida o votada por mí será publicada en mi sitio web con la justificación de mi voto razonado, abierto a un diálogo o debate”.
En este marco, quizás el primer gran reto seriamente de Pedro Kumamoto será enfrentar a su electorado, y a los habitantes en general, del distrito 10 respecto a un tema por demás delicado, polémico y discutible: las reformas a la ley sobre la unión entre personas del mismo sexo que se encuentra en el seno del Poder Legislativo.
Kumamoto se ha manifestado favorable a esta iniciativa que ampliamente respaldan y promueven los dos diputados del PRD, Mónica Almeida y Saúl Galindo, pero en su página web no existe ningún pronunciamiento oficial al respecto ni mucho menos hay referencia alguna al tema.
¿Cómo abordará ante sus representados -que ya son todos los del distrito 10- este tema el joven Kumamoto? ¿Asumirá una posición personal o la que es reflejo del distrito que representa? Y es que sabemos que un importante sector del mismo está conformado por familias tradicionales -padre, madre e hijos o hijas-, muchas de las cuales han participado en las manifestaciones organizadas por diversos grupos y organizaciones a favor de la familia tradicional.
Ahí en el distrito 10 viven 19 mil 573 ciudadanos que sufragaron a favor del PAN; 21 mil 178 que lo hicieron por el PRI; 3 mil 60 a favor del PVEM; 34 mil 614 que votaron por el PMC; 2 mil 79 por el PANAL; 1 mil 422 por el partido Humanista; 3 mil 674 por Encuentro Social; así como un mil 102 que lo hicieron por el PRD, 941 por el PT y 2 mil 533 por Morena, todos ellos quizás a favor de esta unión, así como otros más del PRI y de Movimiento Ciudadano.
Para plantear una postura sobre este tema ante el pleno el día de la discusión, ¿Kumamoto consultará a los habitantes de su distrito? ¿Discutirá y debatirá con ellos este tema si él asume una postura contraria a la de la mayoría de sus representados? ¿Si la mayoría de los consultados está en contra de la unión entre personas del mismo sexo, Kumamoto reflejará esa postura en el sentido de su voto ante el pleno?
Será interesante que el diputado sin partido realice este debate abierto, en público y con la presencia de medios, porque sin duda que atraerá el interés de propios y extraños para presenciar un ejercicio en el que él está comprometido, en un tema en el que, al parecer, no hay la coincidencia personal con la de sus electores.
Esperemos, pues, para conocer si la postura de Kumamoto Aguilar sobre el tema del mal llamado “matrimonio” igualitario en el Congreso del Estado es reflejo fiel del pensar de la mayoría de los habitantes del distrito 10. Al tiempo.