¿Puede un candidato modificar a su gusto, conveniencia y con alevosía el formato de declaración patrimonial, de declaración fiscal o de conflicto de intereses que forma parte del ejercicio #3de3 de la plataforma Ciudadano Transparente del Instituto Mexicano de la Competitividad (IMCO) sin que haya repercusión alguna en su contra?
Esto lo hizo el candidato del Partido Movimiento Ciudadano a presidente municipal de Zapopan, Jesús Pablo Lemus Navarro, quien manipuló a su gusto el formato oficial para que la información revelada ahí fuera la que él quisiera y no la que se le solicitaba.
El propio Lemus Navarro confesó en sus cuentas en redes sociales dicha manipulación:
“En el formato de la declaración de intereses se incluían los rubros de ‘Préstamos, créditos y obligaciones financieras del declarante’ y del cónyuge o dependientes. Ambos bloques se trasladaron a la declaración patrimonial, dado que están más vinculados a dicho ámbito y de ninguna manera se omite la publicación de esta información”.
O sea que por “sus pistolas”, Jesús Pablo borró de un “plumazo” lo que él consideró que era ocioso responder tal y como lo elaboró el IMCO y que, por supuesto, tiene una razón de ser.
Alexandra Zapata, coordinadora de la plataforma Candidato Transparente del IMCO, confirmó al diario La Jornada que, efectivamente, Jesús Pablo Lemus sí manipuló el formato original y oficial del rubro de la declaración patrimonial y advirtió que el candidato alfarista no debió modificar nada y, en todo caso, debió de haber respondido en ceros. Y agregó:
“Eso no se puede hacer y no estaba platicado con nosotros. Nuestra respuesta hubiera sido que lo dejara en blanco. De ninguna manera hubiéramos aceptado nosotros que se borraran celdas y que se ocultara información. Si el candidato no quería listar ahí esa información la debió dejar en blanco, incluyéndolo para que todo mundo viera que eso lo dejó en blanco”.
Jesús Pablo Lemus es el mismo que violó la ley con su propaganda que apareció en las calles de Zapopan un día antes de arrancar oficialmente las campañas. Y el mismo que minimizó dicha violación asegurando que “sólo fue por 40 minutos…”.
Ante la manipulación que Lemus Navarro hizo del formato oficial y original del IMCO, ¿qué confiabilidad hay del resto de la información proporcionada por otros candidatos? ¿Qué garantía existe de que ningún otro candidato haya manipulado los formatos para ocultar información como lo hizo Lemus Navarro? ¿Cualquier candidato puede modificar un formato que se elaboró exprofeso para que fueran transparentes, sin que haya sanción alguna?
La manipulación que hizo Lemus se descubrió por un trabajo periodístico, pero ¿quién nos asegura que ningún otro candidato hizo la misma trampa?
Alexandra Zapata señaló que los datos es responsabilidad de los candidatos y que el IMCO sólo proporciona la plataforma. Sin embargo, nos preguntamos: ¿No debe existir el mínimo control del Instituto para prevenir una manipulación como la que hizo Lemus? ¿O nunca se imaginaron que hubiese alguien con esa intención de hacer trampa?
“Qué lástima que el candidato decidió borrar esas celdas, ocultando esa información a la ciudadanía. Es muy desafortunado, nosotros nunca lo hubiéramos avalado…”, declaró Zapata.
Cero y van dos trampas que Jesús Pablo Lemus realiza sin el menor rubor. ¿Qué se puede esperar de alguien así en caso de llegar a la presidencia municipal de Zapopan? Si eso hace ahora que es candidato, ¿qué es capaz de hacer siendo gobernante?
No hay duda, pues, que Jesús Pablo Lemus aprendió muy pronto, en pocos meses, las malas mañas que a los malos políticos les lleva años aprender, aunque siga con su falso discurso de “ciudadano”.