Gilberto Pérez Castillo

Hasta ahora, el Vicerrector de la Universidad de Guadalajara, Gabriel Torres Espinoza, se había mantenido poco visible en el conflicto que mantiene enfrentados al grupo político del ex Rector Raúl Padilla López con el del actual Rector General Carlos Briseño Torres.

Sin embargo, con un desplegado aparecido este sábado 01 de marzo, el grupo padillista abre fuego públicamente en contra del Vicerrector, a quien pocos le ven muchas probabilidades de sostenerse por mucho tiempo en su cargo.

Gabriel Torres es uno de los más cercanos aliados de Carlos Briseño y tiene como su estilo personal de hacer política el de tirar la piedra y esconder la mano.

Por eso, en el desplegado aparecido este día, el propio Rector del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH) de la UdeG, Marco Antonio Cortés Guardado, y otros funcionarios de ese centro, acusan a Gabriel Torres de fabricar, concebir, instigar y dirigir una campaña para generar un “clima de violencia” en ese campus universitario.

“Durante las últimas semanas hemos atestiguado una campaña que persigue construir artificialmente la percepción de que en el CUCSH hay inseguridad, encono y actitudes agresivas por parte de un grupo estudiantil hacia otro. La campaña ha consistido en la propalación orquestada de rumores, la publicación sistemática de pasquines en Internet, en envío de cartas a los medios de comunicación escritos y la organización de marchas de protesta dirigidas al Rector General. El lenguaje de la campaña ha incluido agresiones verbales a estudiantes y hasta un cuestionamiento al sentido de responsabilidad de las autoridades de CUCSH.

“El propósito de quien concibió e impulsa esta campaña, y de los funcionarios y líderes estudiantiles que fungen como sus correas de transmisión, es, en efecto, provocar que surja realmente la violencia estudiantil, desestabilizar a la Universidad de Guadalajara y con ello ganar un control de facto de instancias del CUCSH. Es una estrategia fundada en la profecía que se autocumple”.

Por la gravedad de la acusación que se dirige públicamente en contra del Vicerrector y por quienes firman el desplegado, es de pensarse que el mismo contó con el visto bueno del propio ex Rector Raúl Padilla López, por lo que la advertencia o ultimátum dirigido a Gabriel Torres habla del clima de confrontación que se vive al interior del Grupo Político UdeG.

Este desplegado también abona a los rumores que dentro del Grupo UdeG no le auguran una larga estancia a Gabriel Torres en la Vicerrectoría.