Ayer la oficina de prensa de Fernando Guzmán Pérez Peláez emitió un boletín de prensa, cuyas párrafos a destacar son los siguientes:
“Esta tarde en Tuxpan no fue una comida de campaña tradicional. Con toda la intención de mostrar la fuerza y unidad del PAN, de cara a los comicios del primero de julio, el secretario particular del Gobernador Emilio González Márquez, el licenciado Raúl Monjaraz Hernández hizo acto de presencia, para salir a atajar de una vez, las versiones de posibles deserciones en el seno de Acción Nacional.
“Algunos vientos de discordia quisieron hacer tambalear el profundo proyecto de Acción Nacional, que no es de ahora, sino que tiene una profunda raíz en el corazón de México, y que siempre, siempre ha habido congruencia. Y se ha luchado siempre por el bien de todos los mexicanos.
“Hoy lo que si hay es un vendaval en el PAN, de unidad y concordia. Hoy tenemos que llegar con ese espíritu de unidad entre nosotros, para ir juntos a conquistar almas y las voluntades.
“Ni copetudos perfumados y afeminados, pero tampoco pelones engreídos que creen que pueden hacer las cosas sin ningún esfuerzo…”.
Curiosamente, al parecer Monjaraz Hernández aplicó aquella receta foxiana del “comes y te vas…” porque en las ocho gráficas que acompañan al boletín en ninguna aparece el Secretario Particular del Gobernador.
Pero más allá de esto, creo que se vuelve a equivocar el equipo de Fernando Guzmán al creer que con la asistencia del secretario particular de Emilio González Márquez a un evento realizado en un municipio sin mayor referencia panista como es Tuxpan, es suficiente para hacer creer que, primero, el Mandatario estatal otorga todo su respaldo al candidato panista; segundo, que su presencia es tan representativa del panismo jalisciense como para creer que, como dice su boletín, se muestra la “fuerza y unidad del PAN” cuando es notable la ausencia -no sólo en este evento sino durante toda la campaña-, de personalidades panistas como la de sus adversarios Alfonso Petersen y Hernán Cortés, o la del candidato al senado José María Martínez.
Tampoco la presencia de Raúl Monjaraz permite creer, ni un céntimo, que con ello se atajan las versiones de deserciones al seno del PAN, cuando no son versiones sino hechos.
¿Quién fue el “sesudo” asesor de Fernando Guzmán que creyó que con la presencia del Secretario Particular del Gobernador y la emisión de un comunicado de prensa se iba a dar la unidad en torno al candidato, como por arte de magia, cuando los hechos hablan de todo lo contrario?
¿Quién fue el “sesudo” asesor del candidato panista a la gubernatura que creyó que bastaban unas frases estruendosas para que creyéramos que deveras al interior del PAN todo es “color de rosa”, que no existe la división al interior del partido y que Guzmán Pérez Peláez no cuenta con el apoyo de todos los panistas y que prácticamente lo han dejado solo?
La exageración -casi llegando a la esquizofrenía- del “sueño” panista” puede comprobarse en la siguiente frase:
“Hoy lo que sí hay es un vendaval en el PAN, de unidad y concordia…”.
Por favor, no se ría…