Para Enrique Alfaro Ramírez la reducción de un 4.6% de las participaciones y aportaciones del gobierno federal para el 2021 fue “un golpe durísimo para Jalisco”, pero de inmediato se deslindó de cualquier responsabilidad cuando dijo que hay quienes “se imaginan que es un castigo por la postura del gobernador”.

Su consuelo es que esta reducción de recursos “no es un asunto exclusivo para el estado” sino que fue “a nivel nacional que refleja el modelo centralista”. Incluso, tras advertir que no diría nombres, señaló que quisiera ver qué opinan algunos gobernadores silenciosos o lambiscones, “que dicen que nosotros somos peleoneros”, sobre la reducción en sus estados como Puebla, Morelos o Veracruz.

¿De veras la disminución de recursos para Jalisco en el presupuesto del gobierno federal para el año próximo no es un castigo por la postura de Alfaro Ramírez frente al lópezobradorismo? ¿Nos consuela, entonces, que en otras entidades haya sucedido lo mismo? La verdad es que no sabemos si en otros estados esta reducción les “pega” en obras del nivel como las que aquí se ven afectadas.

El problema de Jalisco es que por tercera vez consecutiva no hay recursos para las megaobras programadas, como en este caso el Peribús, el MacroPeriférico, la Línea 4 del Tren Ligero y el saneamiento -otra vez- del río Santiago, por mencionar a algunas. O para programas como el Fortaseg, para seguridad pública; el Fondo Metropolitano donde se incluyen algunas de las obras arriba mencionadas; o la reducción en Salud.

Aquí en Marcatextos hemos sido puntuales en advertir las consecuencias o el costo que el estado y los jaliscienses tienen que pagar por el enfrentamiento del gobernador con el presidente de la República. Temiendo que sucediera lo que hoy el gobernador Alfaro lamenta, éstas son algunas de las ocasiones en que abordamos este tema:

AMLO-Alfaro: El pleito que paga Jalisco (20/11/2019); AMLO-Alfaro: Una relación que poco ayuda a Jalisco (16/02/2020); El costo del pleito de Alfaro vs López -Gatell (17/04/2020); El costo de romper con López Obrador (06/06/2020); El mensaje de Alfaro al presidente (17/07/2020); y El Zapotillo-Línea 3: El costo del pleito con AMLO (12/08/2020).

Algunos de los apuntes que escribimos en aquellas entregas, fueron:

“Jalisco pagó en este primer año un alto costo del desencuentro político y personal de los viejos aliados -López Obrador y Alfaro Ramírez-, y del grave desacierto del Mandatario estatal de enfrentarse públicamente y a nivel nacional al Ejecutivo federal…” (20/11/2019); “De este distanciamiento entre ambos, de las diferencias que guardan uno con el otro, Jalisco sigue pagando las consecuencias…” (16/02/2020); “Enrique Alfaro, con su actitud de confrontación y dominado por sus aspiraciones políticas con miras al 2024, ha “dinamitado” todos los “puentes” existentes con López Obrador y su gobierno…” (06/06/2020); “La guerra Amlo-Alfaro está declarada, no hay vuelta atrás, ambos están echados para adelante y no habrá tregua. Lo lamentable de todo esto es que los que pagaremos los ‘platos rotos’ seremos los que vivimos en Jalisco…” (17/07/2020).

Siendo del conocimiento público que López Obrador no olvida ni perdona -y no son pocos los ejemplos que lo demuestran-, ¿hemos de creer que este “golpe durísimo para Jalisco” nada tiene que ver con la postura de enfrentamiento que Enrique Alfaro mantiene hacia López Obrador, prácticamente desde que ambos iniciaron su sexenio, so pretexto de defender al estado y a los jaliscienses cuando son sus intereses políticos los que lo mueven a mantener esta postura?

¿Acaso esta fuerte reducción del 4.6% de las participaciones y aportaciones del gobierno federal para Jalisco, nada tiene que ver con aquella sentencia que López Obrador lanzó desde la “mañanera” de que “están con la Cuarta Transformación o en contra de ella”, y que todo mundo interpretó con el popular: “Estás conmigo o en contra de mí”, para personalizarlo más? ¿Hemos de creer que son cosas diferentes?

No. Demostrada y vista cuál es la actitud del presidente López Obrador hacia sus enemigos o adversarios políticos, no podemos ser tan ingenuos y creer que la conducta de Alfaro hacia Andrés Manuel no tiene nada que ver con el “golpe durísimo para Jalisco” en la reducción de miles de millones de pesos de las arcas federales para el estado. Por supuesto que tiene mucho que ver.

Por lo tanto, creo que no estamos equivocados quienes nos imaginamos que lo anterior “es un castigo por la postura del gobernador”, como lo refutó Alfaro. Y es que, además, esta postura de enfrentamiento y cuasi rompimiento no deja margen para una negociación “en corto” o posterior a la aprobación del presupuesto, a través de rubros o canales fuera del mismo presupuesto.

Y como en Jalisco nadie de las “fuerzas vivas” se atreve o atrevería a pedirle al gobernador que cambie su actitud hacia López Obrador y el gobierno federal, por las consecuencias negativas que eso le ha acarreado al estado, no estaría mal que Alfaro recordara el consejo que a través de un video en redes sociales le dedicó el líder de la bancada de Morena en el Senado, Ricardo Monreal, luego de que acusó al presidente de estas detrás de la violenta manifestación por el caso Giovanni.

Monreal le aconsejó:

“El servidor público que ocupa cargos de alto nivel tiene que actuar con tres características: con serenidad, con responsabilidad y con prudencia (…). Le reitero mi sugerencia: Busque caminos de entendimiento racional, inteligentes, de colaboración, de apoyo recíproco; alejarse de callejones sin salida, no hacer caso a las voces que aconsejan este camino sin retorno. Debe hacerlo por Jalisco”.

Sin duda alguna, el consejo de Monreal lleva un contundente mensaje “entre líneas” que Alfaro no quiso o no ha querido escuchar. Y pongamos especial atención a las últimas cuatro palabras que pronunció: “Debe hacerlo por Jalisco”.

Dicen que “al buen entendedor, pocas palabras…”.