Por Gilberto Pérez Castillo

El protagonismo del actual Rector General de la Universidad de Guadalajara, Carlos Briseño Torres, podría poner en peligro a todo el Grupo Político al que pertenece, ese que comanda Raúl Padilla López y que ha mantenido el control de la Universidad por más de 18 años.

Veamos algunos hechos recientes.

1. Como Secretario General de la Universidad, Briseño Torres, metido de lleno en la campaña del Priista Arturo Zamora Jiménez, arremetió públicamente contra el entonces Candidato a Gobernador Emilio González Márquez y en contra del Grupo del Yunque.

Luego del triunfo de Emilio González y de su llegada al poder, Carlos Briseño intentó olvidarse de sus afirmaciones de que el Yunque y el actual Gobernador eran un peligro y prácticamente se fue de lado a lado al tratar ingenuamente de convertirse en un amigo y aliado del gobernante Panista.

Con esto dejó colgados de la brocha a sus aliados políticos que dieron la batalla con él en contra del Grupo Político de Emilio González, pero no logró cerrar las heridas que dejó entre los actuales Gobernantes Panistas.

2. Luego, ya como Rector General, Carlos Briseño aceptó convertirse en jefe de un Grupo Político dentro del PRI, ese grupo que controlaba Arturo Zamora Jiménez, con lo que generó una corriente en su contra dentro del Priismo, misma que cuestiona la obsesión del Grupo Universidad de querer meterse en todos los partidos políticos, para tener influencia en todas partes, sin comprometerse realmente con nadie.

Esta decisión provocó reacciones en contra del Grupo Universidad tanto dentro del PRI como dentro del PRD.

3. Por si fuera poco, la administración de Carlos Briseño filtró a los Medios de Comunicación datos que señalaban a los Diputados del PRD Tonatiuh Bravo Padilla y Samuel Romero Valle como beneficiarios de Estímulos Económicos que sólo deberían recibir si estuviera activos en sus labores académicas en la Universidad.

La acusación demostró la falta de controles en la administración universitaria, pero la respuesta de Samuel Romero Valle también delató posibles actos de corrupción de mayor gravedad cometidos por el propio Rector Carlos Briseño Torres en recientes etapas de su vida como funcionario universitario.

4. Más recientemente el Rector Carlos Briseño Torres se ha encargado de reconocer lo que era un secreto a voces, que el ex Rector Raúl Padilla López es quien tiene la decisión definitiva en muchos de los asuntos importantes de la Universidad Pública.

Obviamente el problema de esta aceptación está en la dificultad que tendrá el Grupo Universidad para justificar la legitimidad legal e institucional para que exista esa autoridad tan marcada de Raúl Padilla dentro de la institución.

Ahora, dentro del Grupo Universidad, algunos se preguntan si el reconocimiento público de la autoridad de Raúl Padilla tiene como objetivo real un reconocimiento de Carlos Briseño hacia el ex Rector o su intento de exhibirlo ante la opinión pública para debilitarlo.

En conclusión, el protagonismo del Rector Carlos Briseño Torres la ha abierto frentes de batalla a todo el Grupo Universidad con el actual Gobierno Panista, con grupos políticos dentro del PRI y el PRD y ha abierto ante la opinión pública elementos que hacen ver irregularidades administrativas y posibles actos de corrupción cometidos con el dinero público.

Todo esto, agregado a la aceptación de Carlos Briseño de que Raúl Padilla es quien realmente manda en la Universidad de Guadalajara, sin que exista una justificación legal ni legitima para ello, ponen al Grupo Universidad en la mira de importantes actores políticos y de la opinión pública.