En los últimos días el dirigente nacional del partido Movimiento Ciudadano, Clemente Castañeda Hoeflich, ha dedicado su tiempo y sus esfuerzos por desmentir a lo largo y ancho de su país que su partido sea lo mismo que Morena o que esté jugando el papel de “esquirol” del partido del presidente Andrés Manuel López Obrador, como lo ha señalado sus oponentes de la coalición Va por México.

Por otro lado, en esas andaba cuando se entera de última hora que su candidato a la gubernatura de Sonora, Ricardo Bours Castello, decidió despojarse de la candidatura de Movimiento Ciudadano para sumarse a la de su adversario postulado por el PRI, PAN y PRD, Ernesto Gándara Camou, para quien pidió a los sonorenses su voto.

Si bien sus candidatos a las gubernaturas de Nuevo León y Campeche van a la cabeza de las encuestas y hay quienes ya los hacen ganadores, aún hay factores que pueden influir y modificar la tendencia que marcan estas mediciones a poco más de 15 días de la jornada electoral.

Y en medio de todo esto, se ve envuelto entre las versiones que aseguran en los corrillos políticos del país que el verdadero dueño de la franquicia de MC, Dante Delgado Rannauro, negoció en Palacio Nacional y que el jalisciense únicamente se dedicará a ejecutar dichos acuerdos, que tendrían que ver con trabajar para que el presidente de la República tenga el mayor número de diputados federal.

Y es que pocos creen que la negativa de Movimiento Ciudadano a sumarse a la alianza Va por México fue porque le iría mejor jugando solo, lo que podría ser cierto en lo que toca a las elecciones locales pero no en las candidaturas a diputados federales donde si logra fraccionar el voto, permitiría que Morena obtenga diputaciones que posiblemente en otras condiciones no obtendría o lo haría con mayor dificultad.

Clemente Castañeda ha tenido que jugar el papel de “bombero” en los últimos días y prácticamente se ha dedicado a responder los señalamientos que los dirigentes del PAN y PRI, Marko Cortés y Alejandro Moreno, respectivamente, le han lanzado de estar trabajando para Morena. Y la “guerra” en redes sociales sobre éste tema, se ha intensificado.

Sin duda que si hubo alguien que tenía el propósito de mantener ocupada o distraída a la dirigencia nacional de MC, aclarando que no son esquiroles ni mucho menos lo mismo que Morena, logró su objetivo. ¿Y qué se ganó con eso? Que se modificara el discurso del emecismo que promovía ser la tercera vía, lo que además quedó evidenciado que no es así cuando su candidato Bours en Sonora decide irse al lado de los partidos que Castañeda ha calificado que le fallaron a México y que representan la “vieja política”.

Incluso, habría que ver qué tanto repercute esos señalamientos y la distracción de Clemente Castañeda, en Jalisco, su tierra, porque una derrota en la mayoría de las alcaldías metropolitanas y en las diputaciones federales, pero particularmente locales, debe considerarse un claro fracaso del emecismo y el alfarismo.

Poco falta para saberlo…