Julio César Hernández
Osada la iniciativa que hoy recibirán los diputados para que se considere delito electoral el uso irresponsable del tema del agua en las campañas electorales.
Esto es -a reserva de conocer los pormenores de la iniciativa-, se pretende que se castigue a aquel candidato que en busca del voto le prometa a los ciudadanos “la luna y las estrellas” en materia hidráulica.
¿Habrán dimensionado el titular del CEA, César Coll Carabias, y sus asesores, la trascendencia de esta iniciativa? ¿Habrán registrado a quiénes les están pidiendo que sancione a los demagogos que buscan un cargo público y no le hablan con la verdad a la ciudadanía?
César Coll, recogiendo lo planteado durante la consulta Modelo Agua Jalisco, pide a los diputados que declaren delito electoral a quien irresponsablemente haga promesas sobre el agua. ¿Y por qué sólo en el tema del agua? ¿Por qué no declarar delitos electorales a todas aquellas promesas de nuestros candidatos que saben que no cumplirán en caso de ganar la elección?
¿Se imaginan si así fuera? ¡Estaríamos promoviendo la “Ley Mordaza” a los candidatos! Pues, entonces, o se quedarían sin prometer nada o estarían obligados a hablarle con la verdad a la población. Y para que ésto último suceda, la política mexicana darían un vuelco de 180 grados.
Pero hay otros temas mucho más importantes que deben discutir y aprobar nuestros diputados, antes que si declaran o no delito electoral a quien haga demagogia con el tema del agua. Por ejemplo, una total rendición de cuentas y transparencia del Poder Legislativo a la ciudadanía, por decir algo.
Así, pues, no nos hagamos ilusiones: ni ésto último ni la iniciativa de Coll van a proceder en el Congreso del Estado. Pero, bueno, de nuenas intenciones está pavimentado el camino al cielo… o algo así dice el dicho.