Por Julio César Hernández

Al interior del Consejo Económico y Social del Estado de Jalisco (Cesjal) el ambiente comenzaba a “calentarse” la semana pasada, pues no eran pocos los consejeros que no estaban de acuerdo con la actuación del presidente Tomás López Miranda.

La carta que a nombre del organismo envió López Miranda al gobernador Emilio González Márquez, reprochándole su lenguaje durante el Banquete del Hambre, no fue compartido por el resto de los integrantes salvo por el consejero Ignacio Román –a quien se señala como coautor del texto-.

Como resultado de ello el consejero Raymundo Gómez Flores le envió a López Miranda, y a todos los consejeros, un correo electrónico en el que le manifestaba su desacuerdo con la carta al Gobernador y su molestia porque dicha carta no fue sometida al pleno antes de ser enviada.

El miércoles por la tarde sesionó el Cesjal, pero extrañamente los medios de comunicación, a diferencia de ocasiones anteriores, no fueron convocados.

Y es que ante la “tormenta” que previeron se avecinaba, quizás lo mejor fue no tener testigos de lo que ese día aconteciera.

Bueno, pues efectivamente, como se esperaba, la sesión del Cesjal estuvo bastante acalorada, donde el consejero Raymundo Gómez Flores llevó la voz cantante contra Tomás López Miranda.

Entre otras cosas, Gómez Flores cuestionó que en la agenda del Presidente del organismo no hubiera otros temas que no fueran los de movilidad y, por otro lado, también se pronunció contra la iniciativa de los PPS, advirtiendo que el Cesjal simplemente estaba siendo comparsa del gobierno, y se manifestó en contra de en el marco de este programa la prestación de los servicios públicos pasen a mano de la iniciativa privada, cuando es una obligación y responsabilidad de las autoridades.

Raymundo Gómez señaló que sólo el renglón de la infraestructura debería quedar en manos de la IP, pero no el de servicios.

Pero además de lo sucedido en la más reciente sesión del Cesjal, algunos consejeros ya han externado públicamente la inconformidad y molestia existente al interior, por las decisiones unilaterales de su presidente López Miranda.

Es el caso del dirigente de la CTM, Rafael Yerena, quien en un diario local advirtió que el Cesjal no está actuando como debe de hacerlo, por lo que debe de hacerse una revisión real sobre cuál es la función del organismo y no estar tomando decisiones que no le corresponde.

En una palabra, el “fantasma” de los tiempos de Eduardo Orendáin amenaza con regresar a la sede del Consejo Económico.

Por lo pronto, se asegura que algunos de los consejeros inconformes con López Miranda son los representantes del Mercado de Abastos, del Colegio de Profesionistas, de la CNC, de los cooperativistas, de la CROM, de la Coparmex y Raymundo Gómez, entre otros.

En este contexto, a oídos de algunos consejeros ha llegado la versión de que en la Oficina de Innovación del Gobierno del Estado, consideran que el Cesjal está resultando muy costoso y que no da los resultados esperados, al grado de que se ha comentado la conveniencia de desaparecerlo.