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Julio César Hernández
No es su estilo, pero no nos extrañaría que el ex gobernador Guillermo Cosío Vidaurri sonría satisfecho para sus adentros al conocer que la Comisión Nacional del Agua rescatará su proyecto hidráulico para traer agua a la zona metropolitana del río Verde, a través de una serie de presas derivadoras.
Si bien en su momento este proyecto se llamó “La Zurda-Calderón”, hoy las autoridades panistas -20 años después- han tenido que reconocer que no hay otra forma de abastecer del vital líquido que no sea a través de lo que ahora se llamará “El Purgatorio”, como se denominaba también en el cosiato la presa que se pretendía construir sobre el río Verde.
Junto con esta presa de “El Purgatorio”, se utilizará la presa “El Salto”, construida en tiempos de Cosío pero cuyas aguas no se utilizan, así como la aun polémica presa de “El Zapotillo” de la que la Conagua no tiene ninguna duda de que se construirá también.
Esta presa de “El Purgatorio, que se levantará en terrenos adquiridos en tiempo del ex gobernador priista y con la sola actualización de la manifestación de impacto ambiental ya autorizada en su momento, tendrá una cortina de 30 metros, una capacidad para entre 40 y 70 millones de metros cúbicos y un costo de 4 mil millones de pesos, cantidad bastante contrastante con los 15 mil millones que costaría la presa de Arcediano.
Así, pues, nadie se iba a imaginar que un proyecto del ex gobernador más vilipendiado en su momento por los panistas, sería rescatado y ejecutado por un gobierno -el de Emilio González Márquez- de Acción Nacional.