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Julio César Hernández
Hay un dicho que reza más o menos así: “Te digo Juan para que me oigas Pedro…”.
Si bien el gobernador Emilio González Márquez se dirigió directamente a los diputados al criticarlos por algunas decisiones que toman, no fue explícito en la razón o motivo de la crítica que les endilgó el viernes pasado durante la instalación del Consejo Estatal para la Atención e Inclusión de las Personas con Discapacidad, aunque todo mundo entendió que se refería a la decisión de los legisladores de todos los partidos, incluidos los del suyo, de rechazar su propuesta de crear el impuesto estatal de tenencia vehicular.
Los diputados tomaron esta decisión apenas 24 horas antes de que González Márquez les asestara este “golpe”, que para no pocos fue su reacción, inclusive, a la forma en que miembros de su partido, el PAN, festinaron públicamente -haciendo pega de calcas y repartiendo voltantes- la oposición a su propuesta para cubrir el jueco que dejará a partir del 2012 el ya no cobrar la tenencia como impuesto federal.
Valga referir lo dicho por el Mandatario estatal a los diputados:
“Mi invitación a los señores diputados es que dejen la credencial de su partido en su casa y pongan en su corazón a Jalisco y a los jaliscienses, y que no tomen las decisiones pensando en el triunfo de sus partidos en las próximas elecciones, sino que tomen las decisiones pensando en ustedes, en sus familiares, en sus hijos… Pareciera que a algunos diputados lo único que les interesa es que gane su partido, y si para eso hay que ser populistas, lo son (…). No está fácil, los políticos somos un hueso duro de roer…”.
Y luego más adelante cerró con “broche de oro” al respecto:
“Esto que les dije no está en el guión, porque luego ya ven que cuando… esto que dije no es políticamente correcto, pero yo les pregunto: ¿Y cuándo he sido yo políticamente correcto? ¡Nunca!…”.
Hay quien dice que, sin duda, al mandatario estatal le dolió que echaran para atrás su propuesta de crear el impuesto estatal sobre tenencia, pero que el dolor fue mayor al ver que fue su partido no sólo el primero en oponerse sino también en festejarlo. ¿Será?