Por Julio César Hernández

En una entrevista radiofónica el martes 11 de este mes, el gobernador Emilio González Márquez se quejaba de que no podía hacer obra pública en los municipios del resto del estado, porque los habitantes de la zona metropolitana, particularmente los que tienen automóvil, se negaban a cooperar, en una clara referencia al rechazo al “placazo” y al “refrendazo”.

Textualmente, esto es lo que dijo González Márquez:

“Pero la gente que tiene carro se opone a que haya infraestructura en el estado, sin darse cuenta que los impuestos que pagan los pobres cuando se toman un refresco, ha beneficiado que tengamos las avenidas pavimentadas que hay aquí y que no hay en el resto del estado”.

Y agregó:

“Yo creo que hay un manejo político incorrecto en esto, tendencioso, que busca favorecer solo a la zona metropolitana. Queremos parar el crecimiento de la zona metropolitana, ¡cómo si solo aquí hay empleos! Y cuándo va a haber empleos en el campo si no me dejan hacer infraestructura. ¡Y cómo hago infraestructura si la gente de Guadalajara no me da dinero…!

¿Qué dirán ahora los habitantes de la zona metropolitana, aquellos que tienen automóvil, cuando se da a conocer que quien les recriminó su falta de apoyo y solidaridad para con los habitantes del campo y otros municipios, ha decidido quitarle 554 millones de pesos a esos municipios para aumentarle el salario a sus amigos?

Sí, porque resulta que en el Presupuesto de Egresos que en unos momentos más discutirá el pleno del Congreso, el Gobernador propone reducir 400 millones de pesos de inversión en obras públicas a los municipios y trasladarlos a gasto corriente del Ejecutivo.

Además, propone reducir otros 154 millones de pesos al ramo 8000, que se refiere a participaciones y aportaciones a municipios.

Y es que quiere que con ese dinero sus coordinadores ganen como secretarios de Estado sin serlo, refiriéndonos a Herbert Taylor, Alonso Ulloa, Leonardo García y Antonio Gloria.

Así, pues, usted que tiene automóvil, ya puede sentirse con la conciencia tranquila, porque usted ya no es el culpable de que no haya obra pública en el resto del estado por no haber querido pagar el “placazo” o el “refrendazo”.

Ahora usted puede recriminárselo al verdadero responsable: el titular del Pode Ejecutivo.