Pareciera chiste pero existen tres personajes que destacaran en la realidad futura de Temacapulín, Acasico y Palmarejo; después que el gobernador de Jalisco, Aristóteles Sandoval, anunció su permiso para que la cortina de la presa de “El Zapotillo” llegue a 105 metros, siguiendo –según él- la recomendación del estudio realizado por la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS, por sus siglas en inglés).

EL POLITICO.

“El político se convierte en estadista cuando comienza a pensar en las próximas generaciones y no en las próximas elecciones”. Una Realidad política según Winston Churchill.

La decisión del gobernador de Jalisco de salir y anunciar que permitirá la inundación de los poblados de Temacapulín, Acasico y Palmarejo con las aguas de la presa de El Zapotillo, después de haber hecho público –Imagino que más por emoción, que con conocimiento de causa- en redes sociales el 29 de enero de 2013: “No vamos a inundar Temacapulin”; es esencialmente política.

Con un manejo muy deficiente de medios de comunicación, mal estructurado en su presentación, con una operación política pésima, pero una decisión política al fin y al cabo.

Sin embargo debemos entender que:

-Esta decisión política que debió darse hace muchos años, ahora la tomó Aristóteles Sandoval.

-Es una decisión política tomada por el hombre que gobierna todo un estado, y las poblaciones Temacapulín, Acasico y Palmarejo, así como sus 500 habitantes o la cantidad que usted guste poner, están bajo su gobierno.

-Es una decisión política que toma en cuenta el estudio realizado por la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos, según ellos: “Dicho análisis contempla, además de la promoción de los derechos humanos (DDHH), el enfoque diferencial, la perspectiva de género, el principio de acción sin daño y resalta la importancia de una adecuada gestión del patrimonio cultural, por su estrecha relación con los DDHH”. Por tanto, no se puede decir que se han olvidado de los derechos humanos de los habitantes de Temacapulín, Acasico y Palmarejo, pues es una organización mundial independiente quien los revisa y cuida.

-Es una decisión política que NO repercutirá en mucho para mal a futuro en la carrera de Aristóteles Sandoval, la gran mayoría de la gente no sabe dónde está Temacapulín, Acasico y Palmarejo, mucho menos conocen a sus habitantes, quienes por cierto, poco a poco van abandonando sus tierras y su lucha. Con el tiempo, y mientras siga saliendo agua de la llave, la gente recordara menos esas poblaciones.

-Es una decisión política que le colocara como estadista, si las cosas salen como él espera.

-Una decisión política que por cierto no fue aprovechada por ningún partido de oposición para lleva agua a su molino, la ventaja que tiene el gobernador Aristóteles Sandoval de que en Jalisco no existan partidos políticos organizados como oposición.

EL SACERDOTE.

 “Den al César lo que es del César, y a Dios, lo que es de Dios” Mateo 22: 21. Realidad bíblica.

Esa tarde en que Aristóteles Sandoval hizo su anuncio, el sacerdote Gabriel Espinoza interrumpió al gobernador gritando: “No aceptamos los estudios de la UNOPS”.

Al vocero del Comité Ciudadano Salvemos Temacapulín, sacerdote Gabriel Espinoza, se le olvida que:

-Su encargo es religioso, es vocero de Cristo. No vocero de un movimiento de resistencia civil.

-No existe referencia bíblica que sostenga la participación de un discípulo de Jesucristo que rompiera la ley romana o judía, ni tampoco el enfrentamiento de seguidores de Cristo a las autoridades; y se supone, el sacerdote Gabriel Espinoza se debe regir primeramente por ella. Incluso es Jesús quien dice:

“Jesús respondió: Mi reino no es de este mundo. Si mi reino fuera de este mundo, entonces mis servidores pelearían para que yo no fuera entregado a los judíos; más ahora mi reino no es de aquí.” San Juan 18:36 versión Biblia de las Américas.

Sí el trabajo en el Comité Ciudadano Salvemos Temacapulín del sacerdote Gabriel Espinoza es tan importante para él, debe renunciar a su investidura religiosa para fungir como un activista ciudadano, pues al jugar el rol religioso y el rol político está infringiendo la ley… bíblica, que como todos entendemos es la que le debe preocupar.

Participar en una situación que tendrá una definición legal, cargada de connotación política, investido de religioso, no solo no es sano, es peligroso.

EL ABOGADO.

“Los juicios, unos se ganan y otros se pierden, pero siempre se cobran”. Realidad jurídica.

Además de contar con tres suspensiones vigentes a favor de los opositores a la presa.

La Suprema Corte de Justicia de la Nación falló a favor del colectivo “Salvemos Temaca”, en 2015, para que la cortina de la presa no sea construida por encima de 80 metros de altura, con esa medida se evitaría el crecimiento del embalse y por tanto del área inundada.
Si la presa “El Zapotillo” se construye con las especificaciones de la SCJN y después resulta que se pone en riesgo la vida de sus pobladores por causa de inundaciones, ¿Quién pagara las cuentas? Cada día que está parada la obra de construcción aumentan los costos, ¿Quién los va a pagar al final?

La parte jurídica será verdaderamente la determinante en el futuro de Temacapulín, Acasico y Palmarejo, es aquí donde la SCJN jugara el papel más importante en esta historia que ya lleva años de desgaste e inversión legal, oigan y, ¿Quién pagara los gastos de los juicios? ¿Cómo se está financiando la lucha de “Salvemos Temaca”? ¿Y por qué?

Es tiempo de ver qué tanta división de poderes hay en este momento en nuestro país, y que tan interesado estamos en acatar las disposiciones de cada uno de esos poderes, por muy incomodas que nos puedan resultar.

Mientras tanto, ¿Usted sabe dónde está Temacapulín, Acasico y Palmarejo? ¿A qué municipio pertenecen? Sea sincero, ¿A usted le preocupa lo que pase en esas poblaciones?
Recuerde…

“La política es una actividad que, muchas veces, saca a la luz lo peor del ser humano.”

Mario Vargas Llosa.