El PRI pagó muy cara su osadía en Guadalajara. El llevar a cabo la elección de su dirigencia municipal en la capital mediante la participación de la militancia, le resultó un fuerte golpe en la cara que le hizo ver su triste -tristísima,corregiría- realidad: menos del 2% de participación.

La realidad, a su vez, puso en ridículo al otrora invencible Revolucionario Institucional que hoy lo hace pensar seriamente en la nada remota posibilidad de estar peleando por no perder su registro en la próxima elección, por mucho que se crea que es exagerado afirmarlo.

De un padrón de casi 500 mil militantes -ya si está inflado es problema de su dirigencia-, apenas si salieron a votar 918. Y eso que, trascendió en los corrillos priistas, hubo candidatos que ofrecieron, y pagaron, 500 pesos por cada sufragio. Y ni así lograron obtener votos para su causa y ganar la contienda.

De seis fórmulas que contendieron, ganó la que tuvo la estructura suficiente para llevar a los militantes a votar: la de Jesús Gaytán, de la CTM, que se impuso con 310 votos. Los demás se quedaron a la deriva en este orden: Julio Hernández Pérez, 198; Carlos Corona, 169; Daniela Hernández, 87; Alejandro Juárez, 75; y Miriam Ladrón de Guevara, 58.

Si como se aseguró, el ex gobernador Aristóteles Sandoval impulsó la candidatura de Carlos Corona -quien inicialmente llevaba de pareja de fórmula a la ex delegada de Sedesol, Gloria Rojas Maldonado-, entonces esta contienda le significa para él un fracaso y reitera que el priismo en Guadalajara nunca estuvo con él, ni cuando ganó la gubernatura.

Incluso, se reportaron casos tan cómicos -por llamarles de alguna manera-, como que el último dirigente municipal, José Enrique López Córdova… ¡no apareció en el padrón!

¿Qué pasará con el PRI en Jalisco? Sus detractores -nada equivocados, quizás-, aseguran que seguirá hundiéndose, mientras que sus simpatizantes se dan por satisfechos si no pierden el registro. Habrá que esperar para ver si el dirigente estatal, Ramiro Hernández García, es quien le da los “santos óleos” a su partido.

Al tiempo.