¿Creerá el gobernador Enrique Alfaro Ramírez que “lavarse las manos” y culpar al gobierno federal de ser el responsable de los tres principales y más graves problemas que enfrenta hoy Jalisco -inseguridad, desabasto de agua e incendios forestales-, le ayuda a sus candidatos y le llevará votos a favor de su partido Movimiento Ciudadano, a 18 días de las elecciones?

¿Creerá que las miles de familias de las colonias populares de la zona metropolitana consideran que por culpa del gobierno federal no tienen ni una gota de agua desde hace varias semanas, cuando en su mente está que el que los abastece es el Sistema Intermunicipal de Agua Potable y Alcantarillado (SIAPA), organismo que preside el gobierno del Estado, y que es el gobierno estatal quien debió de prever las medidas necesarias al advertir que las fuentes de abastecimiento, como las presas, se estaban secando y no hizo nada?

¿Realmente piensa que los familiares de los cientos de desaparecidos responsabilizan al gobierno federal de la ausencia de su familiar, cuando su desaparición se registró en las calles de la metrópoli o de cualquier otro municipio jalisciense que supuestamente deben de vigilar las policías municipales, primero, y la policía estatal, después?

¿De veras creerá que los jaliscienses se “tragan” la versión de que el gobierno federal es el culpable de los incendios en los bosques de Jalisco, particularmente de La Primavera, cuando las autoridades estatal y municipal son las primeras instancias que deben vigilar estas zonas que son devastadas y posteriormente convertidas en zonas de fraccionamientos, con autorizaciones y permisos que emiten los gobiernos municipales?

Ayer, frente a sus aliados de la Coparmex -siempre tan críticos y ahora muy complacientes-, en menos de tres minutos Alfaro Ramírez repartió culpas a diestra y siniestra al gobierno federal que encabeza Andrés Manuel López Obrador. Recurrió al argumento que ha mantenido desde que asumió el gobierno para deslindarse de la responsabilidad que tiene como gobernador de Jalisco.

Sobre la inseguridad dijo:

“Vemos cómo se recrudece la violencia de las organizaciones criminales, cómo actos aberrantes (…) le quitan la paz y la tranquilidad a la gente (…). Estos grupos criminales (…) buscan generar esa sensación de miedo. Pero contra eso, tenemos nosotros que poner sobre la mesa con claridad que la agenda de lucha, del combate al crimen y a la delincuencia organizada, no por decisión mía, no como algunos opinadores profesionales y algunos críticos del gobierno dicen: el gobernador quiere echar la bolita a la federación; no, es cosa nada más de revisar nuestras leyes…

“No se necesita ser abogado, pero sí conocer un mínimo de nuestra legislación para entender que el combate a la delincuencia organizada es responsabilidad primaria del gobierno federal”.

Se le olvidó en ese momento al gobernador Alfaro el mensaje que desde la Rotonda de los Jaliscienses Ilustres le envió al presidente electo López Obrador el 22 noviembre del 2018: “Las autoridades estatal y municipales electos no somos invitados a la mesa de seguridad. Somos, señor presidente electo, los responsables de la seguridad en nuestro estado, por mandato constitucional…”. (Negritas del redactor).

Sobre los incendios forestales dijo:

“¿Qué instancia del gobierno es la responsable de cuidar nuestros bosques, ahora que estamos con los problemas que se han vivido por la sequía y los incendios que han golpeado a Jalisco? No lo dice el gobernador, lo dice nuestra legislación: la responsabilidad de cuidar nuestros bosques es de la federación, y la federación no ha dicho ni una palabra”.

¿Se le habrá olvidado al Mandatario estatal qué papel juega el gobierno del Estado en las áreas boscosas dentro de la zona metropolitana, como La Primavera, cuando no son capaces ni de evitar que en esas áreas siniestradas se plante agave? ¿Ignorará que son los Ayuntamientos -como el de Zapopan en el Nixticuil- los que conceden los permisos para construir complejos inmobiliarios en áreas protegidas o cercanas a ellas, muchas veces con “moches” de por medio?

Y sobre el desabasto de agua, agudo problema que padece la zona metropolitana, declaró:

“¿Quién es el responsable de las grandes obras de infraestructura para el abasto de agua de nuestra ciudad y de nuestras regiones? ¿O quién fue el responsable de haber parado la obra más importante para garantizar el abasto de agua hace dos años para que nuestra ciudad pudiera aprovechar el agua del río Verde? Y una vez más volvemos a lo mismo: No es lo que diga el gobernador, es que está claramente establecido que las aguas nacionales son un tema competencia de la federación?

¿Se le olvidó al gobernador Alfaro que en julio de 2017, como alcalde de Guadalajara y antes como candidato a la alcaldía, se manifestó en contra de la construcción de la presa El Zapotillo -obra que ahora reclama su construcción-, de la cortina de 105 metros, de la inundación de Temacapulín y del trasvase a la ciudad de León? ¿Se le olvida que advirtió que sus diputados no dejarían pasar un convenio para autorizar dicha presa con estas características?

¿Se le olvidó a Enrique Alfaro que sus diputados federales, encabezados entonces por el hoy presidente de su partido Movimiento Ciudadano, Clemente Castañeda, cumplieron su deseo en la Cámara de Diputados y exigieron #NiUnPesoMasAlZapotillo? Aquí está la evidencia.

Hoy el gobernador Alfaro culpa al gobierno federal de ser responsable de la inseguridad pública en Jalisco, del desabasto de agua en Jalisco y de los incendios en Jalisco. Pero, ¿qué ha hecho él para lograr que el gobierno federal intervenga en la solución de estos problemas? ¿Exigírselo a través de tuits, de mensajes en sus redes sociales? ¿Cuántas veces ha acudido y se ha reunido con los funcionarios federales responsables de estos tres temas? Interesante que lo hiciera público. Y si se ha entrevistado con ellos, ¿que le han dicho? Interesante demuestre sus respuestas.

La verdad es que si hoy el gobierno federal ignora a Jalisco, es porque Alfaro Ramírez se encargó, desde antes de asumir el cargo, de “dinamitar” el diálogo con el mismo presidente López Obrador y demás miembros del gabinete que -recuerdo otra vez- ni las llamadas por teléfono le toman, a decir de él mismo. ¿Hasta dónde su confrontación contra el presidente y el gobierno federal ha sido la causa del rompimiento de colaboración de éste con Jalisco, más allá de lo estrictamente necesario u obligado por ley, y que los jaliscienses han sido -como lo he insistido en este espacio- quienes pagan “los platos rotos”?

Aquí no hay vuelta de hoja: la responsabilidad de la inseguridad pública, del desabasto de agua y de los incendios es, directa e indirectamente, del gobierno del Estado que encabeza Enrique Alfaro, y esto lo sabe la ciudadanía que hoy manifiesta un ánimo adverso al alfarismo y a los candidatos del partido Movimiento Ciudadano. De eso no hay duda.

Y por si fuera poco, Alfaro Ramírez presume el eslogan que Movimiento Ciudadano presume como bandera de campaña. Dijo el gobernador: “Cuando yo hablo de defender a Jalisco y de cerrar filas (…) no lo hago con el ánimo de confrontación” sino de “exigir lo que es justo para nuestro estado”.

¿Se lo creerán los jaliscienses? Ya lo comprobaremos el próximo 6 de junio.

Al tiempo…