Por Julio César Hernández

Es extraño que hoy los industriales se encuentren molestos e indignados por los nulos resultados que Ramón González González ha dado como subprocurador de Apoyo a los Delitos Federales, entiéndase “piratería” y contrabando.

Ayer, el presidente de la la Cámara de la Industria del Calzado de Jalisco, Carlos Raúl Martínez Barba, luego de advertir que ya no quieren “ni un minuto más” a González González en el cargo, dijo a los reporteros:

“Nos dieron atole con el dedo…”.

Que nos disculpe Martínez Barba, pero él es tan responsable como todos sus demás colegas de que Ramón González esté en el cargo que está.

Y digo que es corresponsable de lo que hoy se queja, porque en su momento –cuando Emilio González les presentó al aun Subprocurador- no habló ni dijo lo que ahora dice.

El Gobernador no los engañó. González Márquez les habló con la verdad.

Recordemos lo que Emilio les dijo a los empresarios e industriales el pasado 10 de marzo cuando designó a Ramón González subprocurador:

“El licenciado Ramón González no tiene antecedente en esta materia. Es una persona exitosa, que ha dado buenas cuentas como Presidente Municipal, como Diputado local, federal, y otros cargos públicos que lo acreditan en su capacidad. Es un abogado exitoso, y lo he invitado, junto con el señor Procurador, Tomás Coronado Olmos, a esta responsabilidad, porque para mí reúne el requisito sine qua non: Honorabilidad.

“Yo sé, con la capacidad que tiene, que muy pronto va a aprender las técnicas que se requieren para ser un buen Sub-Procurador. Lo que sé es que Ramón es una persona que ingresa limpia a este cargo, y que estoy seguro que cuando el ciclo concluya, saldrá, también, con las manos limpias.

“Tiene, y con creces, cubierto el principal requisito que exijo a los colaboradores que está en nosotros poder invitar: Es una persona honorable. Aprenderá lo que deba aprender, y lo hará pronto, porque es capaz, pero es preferible, a una persona limpia, permitirle que aprenda lo que debe hacer, que alguien que pudiera no serlo, darle autoridad en un cargo tan estratégico como éste…”.

¿Por qué cuatro meses después Martínez Barba recrimina que les dieron atole con el dedo si el Gobernador les habló con la verdad?

¿O qué acaso no dejó claro que antes que capacidad les pide honestidad a sus colaboradores? Él les dijo que garantizaba un funcionario honesto, pero no capaz. ¿Entonces de qué se quejan ahora?

González Márquez fue claro al decirles que Ramón González “no tiene antecedente en esta materia”. ¿Entonces de qué se espantan ahora?

Hoy Martínez Barba dice que quien debe de estar al frente de la Subprocuraduría debe ser “una persona con conocimiento del ramo, alguien que haya estado en el Ejército, que haya estado en áreas de investigación…”.

Yo le pregunto: ¿Por qué el 10 de marzo no enfrentó al Gobernador, le impugnó a Ramón González y le pidió alguien con el perfil que ahora reclama?

Ah, entonces, “tanto peca el que mata la vaca, como el que le agarra la pata…”.