La fracción parlamentaria del partido Morena en el Congreso del Estado… ¡es un desastre!

Que seis diputados no puedan ponerse de acuerdo para proponer al pleno a uno de los integrantes de su bancada para la presidencia del Legislativo, es el más claro ejemplo de la incapacidad para trabajar en unidad.

Y es que resulta que entre esa media docena de legisladores había dos candidatas para la presidencia: María Esther López, impulsada por la coordinadora Erika Pérez, y Patricia Meza Mercado, promovida por el ex coordinador Bruno Blancas, quien tuvo mayor poder de convencimiento entre el grupo y logró que sus compañeros Norma Valenzuela y Arturo Lemus, se le sumaran.

Pero no sólo eso logró Blancas, sino que para nadie pasó desapercibido, según las crónicas periodísticas, que su habilidad llegó al grado de ser quien negoció con la bancada mayoritaria de Movimiento Ciudadano para que votaran a favor de Meza Mercado, aunque otros aseguran que Bruno simplemente cumplió su tarea de poner en la lista a su candidata porque era la que Salvador Caro quería en la presidencia del Congreso.

A Bruno Blancas lo califican de traidor, pero él niega serlo. Lo que no puede negar es que se ha ganado a pulso ser identificado como el alfil de la bancada alfarista en el Congreso y la piedrita en el zapato para su propia fracción, razón por la que fue removido de la coordinación.

Bueno, pues lo que sucede en la pequeña fracción parlamentaria de Morena es reflejo o muestra en reducción de lo que ocurre a nivel macro en el partido Morena a nivel estatal. No hay pies ni cabeza, todos andan como dijera alguna vez doña Lupita de Hernández Loza sobre los priistas cuando perdieron por primera vez la gubernatura, como “perritos sin dueño”, porque cada quien jala para el lado que mejor le conviene.

Bueno, quizás no deba sorprendernos que un grupito de apenas seis diputados sean incapaces de ponerse de acuerdo y estar unidos, cuando por varios años las entonces bancadas del PRD integradas por sólo dos diputados… ¡terminaban peleados!

Pero que eso suceda en la fracción parlamentaria del partido que ostenta la presidencia de la República, simplemente pone de manifiesto la improvisación y la inexperiencia política de sus integrantes.

¿Hasta cuándo seguirán siendo el hazmerreir del Congreso?

Al tiempo.