Sí, efectivamente, al interior de Acción Nacional ya advirtieron que el candidato de Eduardo Rosales Castellanos para quedarse con la “cereza del pastel” del PAN, que sería la presidencia del Comité Estatal, es el actual regidor en Zapopan, por cierto hoy muy callado, José Antonio de la Torre Bravo.
Con De la Torre Bravo en la dirigencia estatal; con Irving Ávila y Ramón Ramírez en las dirigencias municipales de Guadalajara y Zapopan, respectivamente; y con un buen número -si es mayoritario, mejor- de consejeros estatales, Rosales Castellanos prácticamente tendría despejado el camino para concretar la segunda parte de la estrategia que echó a andar el fin de semana pasado en Puerto Vallarta: la alianza del panismo con Enrique Alfaro Ramírez.
Se asegura que tanto Pepe Toño como Irving y Ramón son simpatizantes y promotores de que el PAN vaya en alianza a las elecciones del 2015… ¿con el PRI? ¿Con el PRD? ¿Con el Verde Ecologista? ¿Con el PT? ¿Con Nueva Alianza?… ¿O con el Partido Movimiento Ciudadano?
Hasta el momento han sido cuidadosos de no decir con quién, pero sí han expresado su convencimiento de que el PAN debe de ir en alianza en el 2015.
Y si esta alianza es avalada por las estructuras del partido, comenzando por la dirigencia estatal y las dos municipales más importantes, así como una buena parte del Consejo Estatal, más la mayoría del Comité Estatal aliada con su posible dirigente De la Torre Bravo, ¿qué obstáculo tiene Rosales para aliarse con Alfaro, sin llevar a sus aliados panistas a que trastoquen sus estatutos, pues éstos aprueban dichas alianzas?
En este asunto hay que tomar en cuenta un punto importante que no debe de perderse de vista: cuando el entonces candidato a la gubernatura por el PAN, Fernando Guzmán Pérez Peláez, cayó en las encuestas a la tercera posición, cuentan que José Antonio de la Torre buscó un acercamiento con el entonces candidato del Partido Movimiento Ciudadano, Enrique Alfaro, a través de un amiguo mutuo, ex militante panista.
O se que hay una señal, una luz, que nos lleva a creer que, por supuesto, José Antonio de la Torre Bravo tiene un dejo de simpatía por el alfarismo.
Pero hay otro personaje que resultaría clave en esta estrategia de Eduardo Rosales para concretar su alianza con Enrique Alfaro, a través de José Antonio de la Torre como eventual dirigente estatal del PAN.
¿De quién se trata? Se lo digo en la próxima entrega…