Si de algo debe de arrepentirse y avergonzarse, como ser humano, el senador Clemente Castañeda Hoeflich es haber postulado como dirigente nacional del partido Movimiento Ciudadano, a Samuel García Sepúlveda como candidato a la gubernatura de Nuevo León y que obtuvo en las pasadas elecciones del seis de junio del 2020, luego del reprobable y condenable hecho de haber “adoptado” por un fin de semana, junto con su esposa Mariana Rodríguez, a un bebé con discapacidad y exhibirlo en sus redes sociales como si fuera un objeto.

El mensaje que Mariana Rodríguez le envió a su marido García Sepúlveda en sus redes sociales sobre ésta “adopción” de fin de semana, los pinta de cuerpo entero y evidencia su deplorable calidad humana:

“Gracias Samuel por seguirme mis locuras…”.

Y lo peor es que este “crimen” con el menor lo hicieron con un propósito meramente político, de exhibición y de buscar ser tendencia en las redes sociales.

Juan Martín Pérez, coordinador de la organización Tejiendo Redes por la Infancia en América Latina y el Caribe, describió con precisión la conducta del gobernador de Movimiento Ciudadano Samuel García y su mujer: “Es sacar a un niño un fin de semana como si fuera un peluche para entretenimiento personal…”.

Samuel García Y Mariana Rodríguez solicitaron el pasado sábado 15 un recurso de convivencia “familiar” al DIF Capullo de Nuevo León para llevarse a su casa por ese fin de semana al menor “Emilio”, sin tener con él ningún vínculo y violando -conducta característica de no pocos emecistas-, la legislación que establece que la figura de convivencia es exclusivamente para familiares hasta un cuarto grado de consanguinidad, y que nadie más puede visitarlos y mucho menos llevárselos, amén de que tampoco se les puede tomar fotografías por ser víctimas.

En este punto, se tendrá que investigar también la responsabilidad penal y civil de quienes tenían bajo su responsabilidad el cuidado del menor.

Luego de haber realizado esta “locura”, Samuel y Mariana se dedicaron a tomarle fotografías y videos a “Emilio” que difundieron en sus cuentas de redes sociales, especialmente Instagram, lo que les valió una andanada de críticas pero, lamentablemente, también una ola de aplausos de quienes no dimensionaron la irresponsabilidad de la pareja que hoy por hoy es la representación más fiel y clara de la frivolidad política de un partido de oposición -porque en Morena “no cantan mal las rancheras”-, y de la cual dieron muestra desde que García Sepúlveda estaba en campaña.

Tampoco Samuel García y Mariana dimensionaron el nivel de su irresponsabilidad, pues a decir de expertos y especialistas legales su conducta genera la posibilidad de que cualquier persona con discapacidad los demande por daño moral, pues violentaron los derechos de la personalidad, en especial su imagen, su vida privada y lucrar con esos videos e imágenes que circulan en redes sociales.

Además, el gobernador puede ser sujeto a un juicio político por haber violado la Constitución, concretamente el artículo 130 que habla de los Tratados internacionales que nuestro país ha firmado en favor de los derechos de las niñas, los niños y adolescentes.

Como senador, Clemente Castañeda debe de saber lo anterior y, además, conoce que no existe ningún Tratado internacional que permita este oprobio en contra de este menor inocente que fue violentado por una pareja frívola que ostenta el poder político de un estado importante como Nuevo León.

Voces que se han alzado condenando la reprobable conducta del gobernador de Nuevo León y su esposa, como las de las organizaciones Save the Children o Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM) no deben ser ignoradas, mientras que organismos como la Comisión Estatal de los Derechos Humanos de Nuevo León y el propio DIF Nacional o la Comisión Nacional de los Derechos Humanos deben de investigar y actuar en consecuencia para que este caso no quede impune y deje el precedente para evitar que vuelva a ocurrir.

No es menor la advertencia de Save the Children respecto a que Samuel y Mariana pudieron haber cometido un delito de trata de personas, pues el menor con discapacidad fue utilizado con fines políticos y mercantiles, ya que fue exhibido en sus cuentas de Instagram realizando diversas actividades. Además, agrega, el menor fue víctima de violación al derecho a la vida privada, derecho a la identidad y derechos relacionados con la aplicación del interés superior establecidos en la Constitución.

Save the Children pregunta: “¿Qué buscaba una acción como ésta? ¿Es esto lo que necesita un niño, ser expuesto en redes sociales y medios de comunicación? ¿Por qué pensamos que está bien”.

Y exhorta: “Alcemos nuestra voz y no permitamos que cosas como estas sean permitidas, celebradas y normalizadas”.

REDIM, por su parte, hizo ver que el menor “Emilio” fue víctima del uso como objeto de propaganda política al utilizar en él los colores identificados con la campaña del partido político -Movimiento Ciudadano- que llevó a su cargo al gobernador Samuel García. Además, cuestionó la conducta del matrimonio y manifestó su “profunda preocupación” por “la exposición excesiva e innecesaria de este niño si en efecto hay un interés legítimo por su vida y su futuro”.

Anotó REDIM que con su conducta, el gobernador Samuel García y su pareja violaron los artículos 68 y 80 de la Ley General de Derechos de Niñas y Niños que prohíbe la difusión de imágenes de niñez.

Una usuaria de las redes sociales describió así la deplorable conducta del gobernador de Movimiento Ciudadano y su esposa:

“(…) adoptarlo (a “Emilio”) sólo dos días es un acto ruin que sólo busca los likes y ser tendencia. Ese es el problema cuando se dedican a ser más influencer que a gobernar”.

Y a la violacion que el gobernador Samuel García y su esposa Mariana Rodríguez hicieron de los derechos de este bebé con discapacidad, se suma el vergonzoso silencio de los políticos jaliscienses de Movimiento Ciudadano tan propensos a utilizar las redes sociales para “ver la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio”, principalmente de aquellas y aquellos aspirantes a ser influencer, y que terminan haciendo el ridículo.

De “la ciudad de las niñas y los niños” a la exhibición política y mercantilista de un bebé con discapacidad, pasando por la utilización de la figura de un niño como Yuami, se confirma la línea de explotación que Movimiento Ciudadano y sus gobernantes hacen de la figura infantil para ganar apoyos, simpatizantes y votos.

Nada es coincidencia…

Y anótese: Esto no fue una “travesura” de adolescentes, fue una burda maniobra de dos ambiciosos de poder que son capaces de este tipo de bajezas con tal de lograr sus objetivos y saciar sus intereses.