No pocos diputados de la actual 60 Legislatura han advertido en la pésima imagen y actuación de su antecesora -la 59- una excelente “bandera” política-electoral para satisfacer sus ambiciones de ser candidatos a una presidencia municipal o una diputación federal para el 2015.
Los diputados que hoy piden que quienes los antecedieron en el cargo sean “quemados en leña verde”, han encontrado en ellos un suculento “platillo” al que buscan sacarle provecho, para empezar, en cuestión de imagen ante la ciudadanía, pues se presentan como enemigos de todos los males habidos y por haber que se le achacan, casi siempre con razón, a quienes integraron la pasada Legislatura.
Por otro lado, se colocan en la posición de no aprobar nada en la actual Legislatura que a la larga tenga un costo político para sus aspiraciones, al tiempo de que se ofrecen como los “redentores” del Poder Legislativo.
La mayoría de éstos son diputados de oposición -particularmente del PAN-, de ahí que han dirigido sus baterías a la 59 Legislatura donde la bancada del PRI tuvo el control de la administración, en tanto son omisos a las irregularidades y presuntos ilícitos, cometidos por las Legislaturas 58 y 57 cuando la fracción panista fue la que tenía el control de la “batuta” financiera.
Para aquellas Legislaturas los actuales diputados del PAN no quieren voltear. Para qué, si la pasada prácticamenteles puso “la mesa en bandeja”.
Pero los actuales diputados en el papel de “redentores” del Congreso del Estado saben muy bien que nada pasará más allá de sus “bravuconadas” verbales. Saben que no cuentan con pruebas fehacientes con qué sostener sus dichos. Recuerren a la acusación simplista, al señalamiento fácil en contra de los “presuntos responsables”, y otros más osados revelan nombres de manera irresponsable, sin contar con las pruebas para la denuncia penal.
Los hoy legisladores han encontrado el camino fácil de acusar y recurrir a la cobarde postura -no encuentro otro calificativo- de argumentar: “que la autoridad investigue”, “no soy (o no somos) Ministerio Público para investigar”, “todo mundo sabe que así fue…”, pero ya dejaron la acusación y hasta la calumnia en el aire, a sabiendas de que las pasadas Legislaturas no gozan de buena imagen.
No perdamos de vista los nombres de quienes hoy enarbolan la bandera de “redentores” del Poder Legislativo, porque los veremos buscando en sus respectivos partidos una candidatura en el 2015.
Lo malo es que hoy forjan esa aspiración viendo hacia atrás, “cobijados” en la mala fama, errores e irregularidades de sus antecesores, y no en su trrabajo responsable como Legisladores -con mayúscula- para la que fueron electos. Ninguno de ellos se destacará por haber presentado una iniciativa que innove la vida de Jalisco.
Lo más que habrán hecho es “colgarse” de otras iniciativas o temas de los gobiernos federal o estatal…
No pasarán a la historia como los grandes Lagisladores, pero sí se les recordará como “arribistas”. Al tiempo…
Y no olviden sus nombres…