Los conflictos internos en la fracción del PRI en el Congreso del Estado trajo como consecuencia que las Comisiones Legislativas fueran repartidas en un acuerdo tomado entre los partidos PAN, PRD, Nueva Alianza, PVEM y PT. Previamente los diputados priistas había roto un acuerdo al que había llegado su coordinador Juan Carlos Castellanos con los otros coordinadores.

Como el reparto no fue de su agrado, los diputados del PRI están en pie de guerra, llevarán el dictamen a tribunales y amenazan con hacer show en los próximos días.

Entre otras cosas, no instalarán las comisiones que tienen asignadas, andarán de gira por los Medios de Comunicación denunciando la ilegalidad, se manifestarán durante la toma de protesta de Emilio González, utilizarán el tiempo que tienen asignado en dicha toma de protesta para tocar el tema y el diputado Gerardo Rodríguez amenaza con hacerle al boy scout urbano y plantarse con todo y casa de campaña en el patio del Congreso.

El fondo de tema tiene que ver con lo que representa tener o no presidencias de Comisiones Legislativas. Éstas vienen acompañadas de presupuesto, nómina e influencia política en la áreas de cada comisión, por eso son tan codiciadas.

No es que los diputados se desvivan por atender las demandas de los ciudadano, sino que el motivo de sus presiones tiene que ver con la satisfacción de sus propias demandas. Así de distorsionada esta la actividad legislativa. No en balde las últimas encuestas ubican la popularidad de los diputados por debajo de la de los policías.

Es claro que los diputados del PRI están pagando sus caprichos y sus conflictos internos. En el resultado del reparto de las Comisiones Legislativas no pueden acusar a nadie de abuso y atropello porque los únicos responsables fueron ellos y deben aprender a asumir sus responsabilidades.

Por eso en esta pelea no contarán con la atención y la solidaridad de la opinión pública porque su lucha no es la de la gente.

Y si el diputado Gerardo Rodríguez se instala con todo y casa de campaña, lo único que hará será contribuir al deterioro de la imagen de todos los diputados, incluida la de él.