Ante la renovación del Instituto de Transparencia e Información Pública y la promoción de una reforma a la ley en la materia, muy sano resultaría para el estado avanzar hacia indicadores cualitativos y terminar para siempre la simulación.
En el terreno de las realidades el Gobierno del Estado de Jalisco evidencia que trae perdida la transición, ocho meses de ese periodo y dos de la nueva administración ya en funciones, sin conocerse resultados concretos ni aplicación de gastos. Esperemos que no sea este un mal augurio para la transparencia, ni para la organización del gobierno estatal.
Twitter @DannielaGeomar