¿Podría sorprendernos el gobernador Enrique Alfaro Ramírez con un “golpe de timón” en el segundo bloque de cambios que anunció habrá en su gabinete para entrar en vigor el próximo primero de octubre?

En los corrillos de Palacio de Gobierno y Casa Jalisco trasciende que estos cambios que coinciden con el relevo de las 125 presidencias municipales del Estado, podrían traer verdaderas sorpresas que quizás no estaban en el radar, pero que parecen ser la apuesta del Mandatario estatal para enfrentar el vendaval que podría venirse en la segunda mitad de su sexenio donde estará en juego su sucesión, aunque también podría interpretarse como el rescate de lo que queda de aquel grupo compacto que llegó en 2009 a la presidencia municipal de Tlajomulco y la posterior historia por todos conocida.

Entre las versiones que ha se dejan escuchar está la que quizás sea la más sorpresiva de todas -pero que conociendo la historia de este grupo compacto tiene sentido y no podríamos desecharla o desestimarla-, es la presunta salida de Enrique Ibarra Pedroza de la secretaría general de Gobierno y la llegada en su lugar del ex presidente municipal de Guadalajara… Ismael del Toro Castro, fallido candidato del partido Movimiento Ciudadano a la reelección en la alcaldía.

De registrarse este ajuste en la segunda cartera más importante en la estructura del Gobierno del Estado, sin duda se trata de un movimiento muy bien estudiado del gobernador Alfaro Ramírez para rescatar en su gabinete y hacer reaparecer a quien se vio obligado a salir de la carrera electoral del pasado mes de julio, Del Toro Castro, quien ya no se reintegró a su cargo de alcalde tapatío como lo auguramos aquí en Marcatextos prácticamente días después de su primera solicitud de licencia. Sólo era cuestión de tiempo para que se confirmara.

Luego de rendir el tercer informe de gobierno del Ayuntamiento de Guadalajara, será el alcalde interino Eduardo Fabián Martínez Lomelí el responsable de entregarle la estafeta municipal a Jesús Pablo Lemus Navarro, con quien Del Toro Castro tuvo -¿y tiene?- diferencias por todos conocidas, aunque se buscó proyectar una imagen políticamente correcta cuando se anunció que el aún presidente municipal de Zapopan sustituiría a Ismael en la candidatura para Guadalajara.

Si se confirma la llegada de Ismael del Toro, el mensaje del gobernador es bastante claro: quiere cerrar su administración de la mano de quien ha sido el hombre más cercano a él y quien no ha dejado en duda la lealtad para con quien asumió el liderazgo del grupo compacto, amén de que fue su operador político más eficaz y eficiente. Si de algo estamos seguros, es que Alfaro no dejará que la salida de Del Toro sea por la “puerta trasera” -con una sorpresiva renuncia como candidato a reelegirse-, sino que querrá que sea por la puerta principal y con todo su respaldo. Por eso lo quiere tener cerca de él y qué mejor que como responsable de la política interna del estado. Pero, además, destaca el hecho de que al integrarse al gabinete alfarista, el exalcalde tapatío no estaría bajo la tutela del jefe de Gabinete, Hugo Luna Vázquez, sino que trataría directamente con el gobernador.

De concretarse esta versión que, reitero, ya se escucha en los pasillos del Ejecutivo, se presumen dos escenarios: 1. Que Alfaro Ramírez advierta que su sueño de ser candidato presidencial no será tan fácil como él lo esperaba al complicársele el panorama no sólo fuera sino al interior del partido Movimiento Ciudadano donde se asegura que su relación con el propietario, Dante Delgado, no pasa por el mejor momento y, por lo tanto, decida quedarse a concluir su sexenio, a menos de que sea llamado a colaborar en el equipo de algún otro aspirante presidencial; 2. Que mantenga vivo su sueño por ser candidato presidencial, que los astros se acomoden a su favor dentro de MC y que, por lo tanto, tenga que solicitar licencia para dejar el cargo. En este caso, el movimiento de piezas en la secretaría general de Gobierno se habría ejecutado con el propósito de proyectar a Ismael del Toro como su sucesor de manera interina y que, sin duda, sería la mejor manera de reinvindicarlo tras la descompuesta manera como dejó la candidatura a reelegirse.

Nada mejor para el equipo que lograr que Ismael del Toro pase a la historia política de Jalisco como gobernador -interino- del Estado.

No hay que olvidar que Alfaro y Del Toro han venido haciendo el 1-2: primero en Tlajomulco, luego en Guadalajara y ahora podrían hacerlo en el gobierno del Estado.

No me extraña si se concreta este movimiento en el gabinete alfarista conociendo la historia política que une a ambos personajes y que la trabajado juntos, por lo que no hay razón alguna para que ésta sea la excepción, pero será cuestión de (poco) tiempo para confirmarlo o desmentirlo, pero al menos esta versión ya circula en los corrillos políticos del Ejecutivo.

¿Y qué sería, entonces de Ibarra Pedroza en caso de dejar la secretaría general de Gobierno? Las voces aseguran que podría irse a la Consejería Jurídica en sustitución de José Luis Tostado, quien a su vez podría integrarse al gabinete de quien fuera su jefe en Zapopan, Lemus Navarro, ahora en el Ayuntamiento de Guadalajara. Claro que llama la atención que de la secretaría general de Gobierno pase a ser titular de la Consejería Jurídica, pero en este gobierno todo es posible. Además, no olvidemos que ahí hay un equipo jurídico que se encargaría de hacer el trabajo fino en materia jurídica y legal, que le permita a Ibarra Pedroza hacer el trabajo político a favor del gobernador.

Pero se advierte, además, que el de la secretaría general de Gobierno no sería el único cambio de primer nivel que ejecutaría Alfaro Ramírez, pues otro de los relevos se daría en la secretaría de Educación: saldría Juan Carlos Flores Miramontes, y su lugar sería ocupado por el actual subsecretario de Educación Media, Pedro Díaz Arias, a quien se le identifica cercano a Ibarra Pedroza y que podría ser parte también de la negociación en su salida de la secretaría general de Gobierno.

Este relevo se daría luego de que en el marco de la pandemia se registró el regreso parcial a clases presenciales con un 70-80 por ciento del alumnado de educación básica, con lo que Flores Miramontes consideraría concluido su ciclo al frente de Educación.

Por lo pronto, estas son las versiones que corren al interior del Ejecutivo estatal -y que no hay que ignorarlas por su lectura política que lleva- sobre los posibles relevos en el gabinete de Alfaro Ramírez que podrían registrarse en este segundo bloque de cambios, sin descartar que puedan concretarse otros en el mismo gabinete legal y/o en el ampliado.

Pero es cosa de… al tiempo.