Por Julio César Hernández

A nuestra entrega de ayer, titulada “Banderazo en el PAN”, va primero una corrección: aludí al panista Mario Reyna como diputado y aspirante a la dirigencia estatal, cuando en realidad es el director del Instituto de la Artesanía Jalisciense, y cuando a quien, por supuesto, me refería era al diputado federal Mario Salazar Madera.

Aclarado el punto, vale porque se asegura que el legislador Salazar Madera ha decidido no contender por suceder a Eduardo Rosales Castellanos, lo que ya hizo del conocimiento, desde diciembre pasado, al grupo emilista que lo venía impulsando y promoviendo en diversos municipios, cosa que ya dejó de hacer.

En cambio, nos cuentan que la lista de aspirantes a la presidencia panista ha crecido y que, inclusive, no se debe descartar la posibilidad de que si hubiera un nuevo presidente que no fuera Rosales Castellanos, podría surgir de un acuerdo entre las tres corrientes dentro del PAN: la paquista, la emilista y la cardenista.

Pero aclaran que este escenario es el que existe hoy, aunque para cuando llegue el momento de preparar el relevo –en abril próximo- pueden suceder muchas otras cosas.

A reserva de analizarlos detenidamente para ver sus pros y contras, tome usted con todas sus reservas los siguientes nombres, que finalmente son los que se barajan en algunos corrilos del blanquiazul para contender por la dirigencia estatal:

Los paquistas Rafael Ríos Martínez Ríos, aun director de Talleres Gráficos de la secretaría de Gobernación, y el actual secretario de Educación, Miguel Ángel Martínez Espinoza; los emilistas Miguel Raygoza y Antonio Muñoz, diputado federal; y el de los cardenistas Joann Novoa y Ramón González.

Quizás, por diversas razones, todos ellos tienen más contras que pros, y si no, ya lo analizaremos más adelante, pero reitero que son personajes cuyos nombres manejan algunos panistas con miras a ser promovidos para, en su momento, contender por el Comité Directivo Estatal.

Pero le adelanto que si de entre ellos buscan sacar al próximo dirigente, bien cabe aquella famosa frase del guerrerense priísta: “la caballada está muy flaca”.

Ayer también preguntábamos por qué de entre los panistas que presentaron el sábado su examen como aspirantes a ser candidatos a consejeros estatales no aparecieron los identificados con la corriente del gobernador González Márquez, y nos dicen que muchos de ellos se acogieron al reglamento panista que permite que quienes presentaron y aprobaron el examen para ser consejeros nacionales, dentro de un determinado período quedan, exentos de aplicar el examen estatal.

En caso de aspirar a ser consejeros estatales, les bastará ratificar su aspiración al Comité Ejecutivo Nacional “en línea”, o sea a través del internet.

Con esto, podrán participar en su respectiva asamblea municipal –en la zona metropolitana serán el próximo dos de marzo-, como aspirantes a ser candidatos a consejeros en la asamblea estatal del 16 de marzo.

Por eso, aclaran, es que los emilistas no aplicaron el examen, pero estarán contendiendo en las asambleas municipales.