Por Hugo Luna

En el Consejo de Cámaras Industriales de Jalisco es una práctica ordinaria la intolerancia, la descalificación y el chantaje de parte de algunos de sus integrantes, así como del coordinador en turno.

El comentario tiene que ver con las declaraciones hechas a lo largo de la semana por su titular, Javier Gutiérrez Treviño en relación al perfil del presidente del Consejo Económico y Social de Jalisco (CESJAL).

Gutiérrez Treviño actúa como pistolero de unos cuántos que descalifican la candidatura de Raymundo Gómez Flores para presidir el CESJAL, además del presidente de la Cámara Nacional de Comercio, José María Andrés Villalobos. Mismos que demuestran su espíritu intolerante para quien piensa y milita en un partido político diferente al que ellos simpatizan.

Nuestros gloriosos empresarios han perdido la razón, se han calentado de más, desconocen la ruta a seguir para dar soluciones a los añejos problemas de la capital jalisciense a través de la figura del CESJAL.

Ellos creen que esta organización es exclusiva para el sector privado, lo que no ven estos señores en el perfil de Gómez Flores es el trabajo desarrollado en los ejercicios de “Jalisco a Futuro” que demuestran el conocimiento pleno de la planeación, algo de lo que adolece la contraparte.

Además con esta actitud expresada por los “líderes gremiales” demuestran una falta de respeto total hacia un compañero del sector como lo es: Raymundo Gómez Flores, es cierto que incursionó en la política por las circunstancias como muchos otros empresarios lo han hecho.

Es muy obvio que los mensajes emitidos por el coordinador del CCIJ contienen una dosis de simpatías y apoyo por Tomás López Miranda, quien trabajó en la integración de este organismo y ha suspirado por ocupar la presidencia del CESJAL.

Por lo pronto, mañana martes sabremos quien será el presidente de este polémico organismo. ¿Quién saldrá con el brazo en alto? Los talibanes o fundamentalistas del CCIJ o Raymundo Gómez Flores.