Cada aplauso que el gobernador Enrique Alfaro Ramírez arranca a sus interlocutores por sus discursos con bravatas en contra del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, tiene un alto costo para Jalisco y los jaliscienses; discursos, valga subrayarlo, que son replicados y festinados por sus voceros oficiosos de la mayoría de los medios de comunicación y en las redes sociales.

En pocas semanas el gobierno de la 4T ha enviado ya dos claros mensajes de que contra lo que dice en sus discursos, con o sin la presencia del presidente de la República, en el sentido de que no quiere pelearse, de que no es enfrentamiento y palabras por el estilo, la postura de Alfaro Ramírez en contra de López Obrador está registrada en Palacio Nacional y se actúa en consecuencia.

El primer fuerte mensaje contra Jalisco -dígase lo que se quiera, niéguese que así sea, pero los hechos demuestran otra cosa-, fue la reducción del 4.6% de las participaciones y aportaciones del gobierno federal al estado en el presupuesto del 2021 y la no inclusión, por tercer año consecutivo, de las magnas obras como la Línea 4 del Tren Ligero o el saneamiento del río Santiago, por ejemplo.

El segundo mensaje llegó apenas hace 48 horas, cuando López Obrador y los “cúpulos” de la iniciativa privada, a excepción de la Coparmex, dieron a conocer una inversión de 297 mil 344 millones de pesos para 39 obras en el país… pero ninguna en Jalisco.

De todas estas 39 obras, solamente dos de ellas tendrán repercusión en Jalisco y de mero “rebote”: 1. La modernización de la carretera Ecuandureo-La Piedad-Zitácuaro-Maravatío, que incluye el libramiento Lagos de Moreno; y 2. La autopista y libramiento sur Guadalajara-Tepic. No más.

¿De veras es pura coincidencia? ¿En serio nada tiene qué ver la oposición abierta que en los hechos -no en el discurso-, mantiene Enrique Alfaro en contra de López Obrador? ¿Es posible creer que un hombre como Andrés Manuel deje pasar estas poses del Mandatario jalisciense, cuando ha sido categórico al decir públicamente que “perdono, pero no olvido” y que “se preparen nuestros opositores porque no vamos a dar tregua ni tampoco un paso atrás, ni siquiera para tomar impulso”?

Cuando Alfaro apareció en su video para quejarse de la reducción de recursos para Jalisco en el presupuesto federal del próximo año, refirió que hay quienes “se imaginan que es un castigo por la postura del gobernador”. No, no nos imaginamos: confirmamos que sí es un castigo para el estado por la postura del gobernador. ¿O alguien cree que es por otra razón?

¿O cómo es posible que de 39 proyectos de obras a realizarse a lo largo y ancho del país, ni una sola sea en Jalisco? Sí, podrán decir que hay otras entidades en donde tampoco se llevarán a cabo, pero eso no es consuelo, porque Jalisco es uno de los estados pilares y estratégicos para el desarrollo del país. El propio Alfaro presume la aportación económica que el estado hace al gobierno federal, y a cambio no recibe nada.

En Marcatextos hemos sido insistentes en el costo que paga Jalisco por la postura de Alfaro en contra de AMLO, incluso en discursos en donde las bravatas no tienen nada qué ver y sí, en cambio, son registradas, hechas llegar a Palacio Nacional y traen consecuencias negativas, como lo que ayer declaró al hacer entrega de recursos para medicamentos contra el cáncer.

Dijo: “Con el apoyo del gobierno federal, sin el apoyo del gobierno federal o a pesar del gobierno federal, vamos a garantizar que quede cubierto el servicio para atender a todos los niños con cáncer…”.

¿Alguien le encuentra justificación alguna a la expresión “a pesar del gobierno federal”? ¿Era necesaria esta referencia de choque, de confrontación, con un gobierno federal que simplemente está decidido a entregarle a Jalisco los recursos que estrictamente le corresponden y no más? ¿Es con estas expresiones, con estas bravatas, como se quiere tener el apoyo de López Obrador para obras tan necesarias en Jalisco?

Considerando que Enrique Alfaro sólo tiene oídos para los “cúpulos” empresariales del estado, creo conveniente que Xavier Orendáin, presidente de la Canaco; Rubén Masayi González Uyeda, coordinador del Consejo de Cámaras; o Carlos Villaseñor, presidente de la Coparmex, le hagan ver el daño que le hacen a Jalisco sus bravatas en contra del gobierno de López Obrador.

Incluso, daño a ellos mismos, a quienes el presidente de la República ha ignorado por completo.

Ojalá y se atrevan a hacerlo, para que cuando menos estén tranquilos con su conciencia porque el intento hicieron, aunque el gobernador no les haga caso.