Ayer por la mañana en su ya tradicional entrevista con Ciro Gómez Leyva en Radio Fórmula, a pregunta del periodista sobre qué opinaba del mensaje de anteayer del presidente López Obrador, el gobernador Enrique Alfaro Ramírez le confesó:

“La cantidad de mensajes y llamadas que yo recibí ayer de los empresarios de Jalisco, no de los grandes sino de los medianos, pequeños y micro empresarios, es en verdad de preocupar”.

Y luego arremetió: “Dos cosas hay ahora: Uno, el ánimo de desconocer por completo a sus representantes empresariales nacionales a nivel nacional (sic). Los empresarios de Jalisco están no molestos, ¡muy molestos! con la actitud que han tomado: timorata y entreguista de parte de los dirigentes nacionales que le siguen el juego al presidente, que los ignora…”

“¿Como el Consejo Coordinador Empresarial?, le preguntó Gómez Leyva.

“Sí, sí sí… La verdad es que hay ahí un ánimo muy, muy grave, porque eso es lo que se está generando”.

Coincidentemente por la tarde, de último momento, las cúpulas empresariales y algunos dirigentes sindicales convocaron a rueda de prensa para dar a conocer su postura respecto “a la falta de apoyos del gobierno Federal al sector productivo”. Pero no fue cierto. La razón de su convocatoria fue para manifestar lo que Alfaro Ramírez le adelantó por la mañana a Ciro Gómez Leyva: su desacuerdo con sus representantes nacionales, en concreto con el Consejo Coordinador Empresarial (CCE).

En un comunicado al que dieron lectura y en el que critican la reacción que el CCE dio al Programa Emergente para el Bienestar y el Empleo para México de López Obrador, porque “no corresponde a la realidad que vivimos”, los “cúpulos” empresariales señalaron:

“En democracia tenemos derecho a disentir. Por ello, pedimos al Gobierno Federal, atienda de manera directa las urgentes necesidades y soluciones de salud pública, y aquellas necesarias para la preservación del empleo en nuestro estado. En este sentido, reiteramos lo expresado: el CCE no representa, ni incluye la visión y la realidad paricular de Jalisco”.

¿Qué ganan las cúpulas empresariales con sacar sus “trapitos al sol”? ¿No acaso esos deben de lavarlos en casa? ¿Por qué salir a recriminar públicamente a sus representantes nacionales que no actúan como ellos quisieran que actuaran? ¿Le hicieron saber directamente a Carlos Salazar, presidente del CCE, su inconformidad? ¿Se lo reclamaron?

¿Qué quieren decir con eso de que “pedimos al Gobierno Federal, atienda de manera directa las urgentes necesidades y soluciones de salud pública, y aquellas necesarias para la preservación del empleo en nuestro estado”? Cuando dicen “de manera directa”, ¿se refieren a que piden que no intervengan ni sus representantes ni el gobierno del Estado?

¿No es, acaso, el momento para dejar de “grillar” y dedicarse a atender a sus agremiados? ¿En qué ayuda a sus respectivos sectores, en estos momentos, el salir a airear sus diferencias con sus representantes nacionales? ¿Será quizás que ni ellos los atienden ni los escuchan?

No sé si en otras entidades exista, pero aquí el sector empresarial tiene a José Luis González Iñigo como su enlace con Alfonso Romo, jefe de la Oficina de la Presidencia, como representante del gobierno federal. ¿Ya se agotó esa “ventanilla” o simplemente nunca funcionó? ¿O será que es inútil recurrir a esa opción, luego de que Romo prácticamente ha desaparecido y se le ha hecho “ojo de hormiga” a los empresarios del país?

Todos deseamos que el sector privado sea atendido por los diferentes niveles de gobierno y que reciba el apoyo necesario para enfrentar los graves momentos de hoy, pues es generador de millones de empleos, pero no deben de perder su tiempo en “grillar” ni dejar que lo “calienten” para asumir una actitud de confrontación que en nada le ayudan y sí, en cambio, le perjudican mucho.