Xavier Orendáin de Obeso no se arrepiente de todas y cada una de las palabras que pronunció durante cinco minutos frente al gobernador Enrique Alfaro Ramírez y demás integrantes de la mesa para la Reactivación Económica el viernes pasado.

Ahí le dijo: “No hay nadie más preparado y más capacitado en este cuarto para conducir el barco, como usted gobernador…”.

Y luego propuso: “A quien esté de acuerdo conmigo, le pido que nos pongamos de pie (…), y decirte, querido Enrique, que aquí tienes a Jalisco unido, a Jalisco dándote un voto absoluto de confianza…”.

Dos días después de su discurso, y ante las críticas recibidas en redes sociales, Orendáin de Obeso escribió en Twitter: “Sostengo cada palabra en el contexto de la realidad que vivimos (…). 40 personas que se pusieron de pie NO pueden estar equivocadas”.

Si esas 40 personas que se pusieron de pie -no por voluntad propia sino porque él mismo los reto a hacerlo al condicionarlos a que lo hicieran si estaban de acuerdo con su discurso-, “NO” están equivocadas, ¿quiere decir que, entonces, TODO Jalisco tampoco está equivocado y coincide con su discurso, luego de que le dijo a Alfaro que en esas 40 personas estaba “Jalisco unido” y “Jalisco dándote un voto absoluto de confianza”?

Creo que a Orendáin de Obeso le ganó la emoción y no pudo contener las ganas de lanzarle tantos elogios al gobernador, pero también podemos creer que fue un discurso consensado previamente con todos los asistentes, incluyendo el personal de producción del videoy los representantes del Poder Legislativo y de la Universidad de Guadalajara, que supuestamente son instancias “autónomas” e “independientes” del Poder Ejecutivo.

El presidente de la Canaco negó al periódico El Informador, en su edición de hoy, que su discurso haya sido un “acto entreguista”, y aseguró que él ha señalado lo que se hace bien y mal y también lo que puede mejorar, pero yo nunca conocí ni leí postura alguna de Orendáin frente a la burda licitación de #ATodaMáquina, sobre las irregularidades en la OPD Servicios de Salud, respecto a la gran cantidad de cuerpos enteros y mutilados encontrados en infinidad de fosas aparecidas en Tlajomulco, Zapopan, Guadalajara, El Salto y otros municipios, respecto a los altos índices de inseguridad que se viven en las calles y de los que son víctimas sus propios afiliados, sobre la indolencia ante el combate al dengue y a la influenza, sobre los desaparecidos y la agresión a las mujeres…

Sobre muchas cosas no se ha conocido el “señalamiento” de la Cámara de Comercio de Guadalajara ni de su presidente Xavier Orendáin de Obeso, como tampoco de los otros organismos “cúpula” del sector privado que han jugado más el papel de cómplices.

Así, pues, creo que Orendáin de Obeso se excedió en su discurso, asumió una representación que los 40 asistentes no tienen -de ser TODO Jalisco-, y terminó por postrar al sector empresarial ante el Poder Político.

Y el hecho de que 40 personas se hayan puesto de pie, a petición suya, para aplaudirle al gobernador Enrique Alfaro, no significa que no estén equivocados, pues estoy seguro que varios de ellos hubieran preferido quedarse sentados.