El cierre multitudinario ayer de la precampaña de Alberto Esquer Gutiérrez y Mirza Flores Gómez sirvió para que el Grupo Jalisco de Movimiento Ciudadano enviara un mensaje directo a la dirigencia nacional con tintes de reproche, de crítica y hasta de ultimátum, pero también por momentos de rendición, en voz del senador Clemente Castañeda Hoeflich, quien prácticamente tomó la estafeta como líder del emecismo jalisciense ante el paso a un lado que decidió dar el gobernador Enrique Alfaro Ramírez.

Si bien el estadio de “Los Astros” estuvo “a reventar”, el entusiasmo no estuvo en concordancia con los miles de emecistas ahí reunidos y que mostraron pocas ganas de aplaudir y de vitorear a sus figuras políticas, incluido su precandidato a la gubernatura.

Si bien se refrendó la capacidad de convocatoria de Esquer Gutiérrez -como lo hizo durante sus actos como aspirante y ahora como precandidato al Senado de la República por todo lo ancho y largo del estado-, la “cereza del pastel” fue el mensaje de Castañeda Hoeflich denominado Manifiesto por la Unidad y el Futuro de Movimiento Ciudadano, que comenzó reclamando se le dé y reconozca el lugar que Jalisco tiene en el plano nacional.

Luego de recordar que en las elecciones del 2021, uno de cada tres votos que MC obtuvo a nivel nacional fueron de Jalisco y, por lo tanto, “más de la mitad de la representación parlamentaria de las tres últimas legislaturas han surgido de los votos y de los distritos de Jalisco”, Clemente Castañeda advirtió con un “te digo Juan para que entiendas Pedro”, que “los adversarios no están adentro; los adversarios están afuera y Movimiento Ciudadano será el muro de contención para detener a Morena y sus aliados…”, recordando, además, que de cara a la campaña electoral “en Movimiento Ciudadano nos necesitamos mutuamente”.

Clemente Castañeda planteó en cuatro puntos el mensaje directo para la dirigencia nacional, encabezada por Dante Delgado; para el precandidato presidencial, Jorge Álvarez Máynez; y para quien se ha convertido en la “estrella” de Movimiento Ciudadano, el gobernador Samuel García, con todo y su campaña de marketing puesta en marcha con el “fosfo fosfo” y el “destape chelero” en su casa.

Pidió lo que a consideración del emecismo jalisciense no existe en el partido: “institucionalidad” y “derecho a opinar sobre las decisiones que nos afectan”; y recriminó la actuación de Samuel García: “nadie, salvo los órganos de dirección partidista, pueden abrogarse la representación de una organización política tan compleja en su composición e historia”.

Recriminó que la cúpula partidista no escuche al emecismo jalisciense. “Queremos ser tomados en cuenta para definir una estrategia nacional con perspectiva local”. “Los temas, enfoques y diseño comunicacional no pueden dejar de considerar los escenarios políticos locales”, subrayó.

Subió de tono su reclamo en el tercer punto: “Jalisco debe de tener el peso que le corresponde por su arrastre electoral”. “El peso específico de los estados, empezando por Jalisco, debe traducirse en espacios de representación equilibradas”. “Los aportes electorales y gobiernos probados, refrendados, no pueden ser ignorados y deben ser tomados en cuenta en el dibujo final de las candidaturas que presentaremos en Jalisco”.

Y el cuarto punto fue con dedicatoria indirecta para Samuel García, Jorge Álvarez Maynez, su peculiar manera de hacer política y el marketing al que recurren a través de la empresa otrora aliada del alfarismo, Euzen. “México y Jalisco nos exigen respuestas serias a sus problemas y no caer en la superficialidad. Debemos privilegiar las ideas y las propuestas por encima de cualquier cosa, sin dejar de reconocer la necesidad de nuevos lenguajes de comunicación para hablarle a las nuevas generaciones”. Pero, “la comunicación no sustituye a la política…”.

Pero cuando se esperaba un ultimátum para Dante Delgado ante el maltrato que el emecismo jalisciense, concretamente el Grupo Jalisco alfarista, ha recibido de la dirigencia nacional, como colofón del Manifiesto llegó una señal de “rendición”, muy similar a la del año pasado cuando no llegó el rompimiento que se auguraba como consecuencia del pleito entre Dante y Alfaro.

“Porque tenemos bien puestas nuestras convicciones, porque tenemos bien puestas nuestras ideas, porque tenemos bien puesta nuestra dignidad, desde Jalisco vamos a seguir contribuyendo a que Movimiento Ciudadano se convierta en una alternativa para México y que siga gobernando Jalisco”.

Seguramente al terminar de escuchar a Clemente Castañeda, Dante Delgado respiró aliviado, satisfecho de que en Jalisco saben, reconocen y entienden que él tiene “el mango del sartén en la mano”; o sea, el registro o no de las candidaturas.