Hace algunos días comentábamos aquí que al haberse abierto varios frentes que daban pie a las críticas, lo mejor era que el Instituto Electoral del Estado “sepultara” el proyecto de utilizar urnas electrónicas en los próximos comicios del 2012 si no era en toda la elección y tras un proceso transparente que no diera pie duda alguna.
El viernes el Consejo General del IEEJ aprobó llevar a cabo las elecciones mediante la urna electrónica en 43 municipios, 42 de ellos correspondientes a los distritos 1 y 17, más Gómez Farías donde hace dos años se efectuaron elecciones extraordinarias utilizando este instrumento.
Ante el fracaso que sufrió en primera instancia al no lograr que en toda la elección se utilizaran las urnas electrónicas, Tomás Figueroa, presidente del Instituto Electoral, propuso -contrario a lo que comentaron “en corto” algunos de sus colaboradores-, que se utilizaran las urnas electrónicas en tres distritos: 2, 8 y 17, así como en tres municipios más: Tlajomulco, Gómez Farías y San Cristóbal de la Barranca, donde también en 2009 se utilizaron para la elección extraordinaria de alcalde.
El PAN apoyó la propuesta, pero el PRI se opuso al considerar que el porcentaje que eso significa, un 17%, era mucho.
Y no quedó otra que modificar la propuesta. El consejero Juan Alcalá planteó una salida: dos distritos y un municipio más, correspondiente al 12% de la elección total. Al PAN no le gustó, pero al PRI le pareció bueno, y fue lo que se aprobó.
Pero resulta que tampoco esa decisión gustó a todos, y entre los inconformes está el gobernador Emilio González Márquez, quien ayer fue duro en su crítica: “muy pobre” (decisión) y es “mucho dinero para tan poca cobertura”. Sin embargo, dijo que la apoyará.
Y no podía esperarse otra opinión del Mandatario cuando semanas atrás afirmó que o se hacía toda la elección con el uso de la urna electrónica o mejor no hacer nada.
Hoy mantuvo su crítica que debió doler en el Instituto Electoral.