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Julio César Hernández
Con su discurso a nombre de la fracción Legislativa del PRD en el Congreso del Estado, el diputado Raúl Vargas López confirmó el por qué en Casa Jalisco no gustó su elección como primer presidente de la LIX Legislatura y se giraron instrucciones para “echar abajo” dicha elección, así como el por qué uno de los objetivos de la bancada panista de tener la mayoría era modificar, precisamente, esta Mesa Directiva que, no obstante, ya había sido avalada por el propio coordinador Abraham González Uyeda.
No tuvimos que esperar mucho tiempo para conocer el tono del discurso. Apenas, para abrir boca, en los dos primeros párrafos dio cuenta inmediatamente de ello. Dijo:
“Estos días, debido a la falta de respeto, educación, responsabilidad de gobierno y oficio político de quienes deberían gobernar pero desgobiernan en este Estado, hemos recordado a Juárez…
“Quiero decirlo alto -alzó la voz Vargas López- para que se entienda claro: es la voluntad ciudadana, que no la complicidad con el poder, la que ha traído a la fracción parlamentaria del Partido de la Revolución Democrática a este recinto…”.
Casi en el antepenúltimo párrafo de su discurso, Vargas López arremetió de nueva cuenta, “duro y a la cabeza”, contra el gobierno:
“Ante la insensibilidad e indolencia social del gobierno, su poca capacidad de autocrítica y su afán por seguir empecinados en una lógica de simulación en la que, mediante el engaño,, s enos quiere hacer creer que vivimos en el mejor de los estados y naciones posibles, proponemos la sinergia en pos de la gente…”.
Y cual universitario que es, no iba dejar pasar la oportunidad de reprocharle al Ejecutivo, ahí presente, el reclamo de mayores recursos que ha venido haciendo la Universidad de Guadalajara. Fue tajante:
“Como universitario, denuncio el ninguneo a la educación y a las universidades públicas, en particular a mi Universidad de Guadalajara, pues su papel protagónico en la cultura y en la investigación científica está fuera de toda duda. No podemos seguir escatimándole recursos y apostarle con ello a la ignorancia y frivolidad…”.
Ahí está, pues, una muestra de por qué disgustó en el Ejecutivo la elección de Raúl Vargas López como presidente inicial del Congreso del Estado.
… Y esto apenas comienza.