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Julio César Hernández
Luego de dos horas de estar reunidos “a puerta cerrada” los diez diputados federales -Ma. Esther Scherman no estuvo presente-y la dirigencia estatal, Rafael González Pimienta y Patricia Retamoza, presidente y secretaria general del comité estatal, respectivamente, se aceptó “implícitamente” que Arturo Zamora Jiménez continúe como coordinador de la fracción jalisciense.
Extrañamente, según lo que trascendió, ni González Pimienta ni los legisladores abordaron el tema del desconocimiento de Zamora como coordinador ni la carta entregada al coordinador general, Francisco Rojas Gutiérrez, para que convoque a la elección de su sucesor. Simplemente, comentaron, se abordó el tema del trabajo de grupo y al final prácticamente se aceptó la permanencia del ex alcalde de Zapopan.
Aunque no se entró en detalles, lo conocido respecto a este encuentro fue que cada uno de los diputados plantearon sus inquietudes, “se desahogaron”, no hubo pleito, no hubo aspavientos, no hubo “gritos ni sombrerazos”, aunque advirtieron en el rostro e Arturo Zamora una cierta preocupación o tensión al inicio del encuentro, pero ya relajado al final del mismo.
Tampoco hubo un “espaldarazo” de la dirigencia estatal para Zamora, por lo que los legisladores, sin mediar palabra alguna, dejaron en claro que éste sigue muy vulnerable, que su situación no está resuelta, pues la carta a Rojas Gutiérrez sigue vigente, y que en cualquier momento pueden “reactivarla”.
Cuentan que, prácticamente, la actitud y conducta de Zamora Jiménez para el resto de los diputados inconformes estará a prueba día a día, y que cualquier “tropezón”, ahora sí, podría costarle la coordinación.
En esta reunión se planteó una nueva forma de trabajo dentro de la fracción, independientemente de quién sea el coordinador, y se les pidió a ambos dirigentes que se considere a uno de los diputados federales para ocupar una de las secretarías estatutarias dentro del comité estatal, y trascendió que, en principio, se estaría apoyando la integración de la diputada Olivia Guillén.
Así, pues, la primera gran tarea de Zamora tras esta calma en las “aguas legislativas” en San Lázaro, será concretar la petición de entregarles una secretaria estatutaria a la fracción, solicitu que, al parecer, le cayó como “balde de agua fría” a González Pimienta.
Esperemos, pues, a que el tiempo diga lo que sigue.