Los actuales Diputados Locales al parecer lograrán lo que parecía imposible: superar en excesos y abusos en el Presupuesto Público a sus antecesores de la 57 Legislatura.

La remoción y recontratación de quienes fueron los titulares de las direcciones de Biblioteca, Archivo y Editorial y la de Procesos Legislativos es una aberración que sólo habla de irresponsabilidad en la administración de los recursos públicos y de la falta de respeto hacia la gente.

Primero, los Diputados Locales orillaron a renunciar el 15 de marco a Octavio de la Vega Galindo, quien era el Director de Biblioteca, Archivo y Editorial, con una antigüedad de 35 años en el Congreso, y a quien sólo le faltan seis meses para alcanzar la jubilación.

También le pidieron la renuncia a Adolfo Velasco Medeles, quien era el Director de Procesos Legislativos, y con 38 años de antigüedad.

En el lugar de Octavio de la Vega pusieron al priista Alfonso Gómez Godínez, representante del PRI ante el Instituto Electoral e incondicional del dirigente estatal de ese partido y Diputado Local, Javier Galván. Alfonso Gómez pretendía otro cargo dentro del Congreso, pero al no alcanzar la negociación para tanto, se conformó con la Biblioteca, no obstante desplazar a alguien con más conocimiento y experiencia que él.

En lugar de Adolfo Velasco pusieron a la joven Verónica Pía Silva Rojas (foto), panista e incondicional del ex Diputado Local y ahora Regidor en Guadalajara, José María Martínez Martínez.

Como las presiones fueron muchas, los Diputados trataron de enmendar a su manera sus excesos y falta de respecto a la dignidad de la gente y se les ocurrió recontratar a los dos renunciados para convertirlos ahora en Directores Adjuntos, para no tener que correr a los recién nombrados.

Ahora, y como el dinero del Presupuesto no es de ellos, lo Diputados dispusieron que el trabajo que antes hacia una persona lo habrán de hacer dos, con sueldos idénticos.

¡Y nosotros que pensábamos que el Congreso del Estado ya había tocado fondo con la 57 Legislatura!