Gilberto Pérez Castillo

Con la conferencia del escritor Carlos Fuentes, que marcó el inicio del diplomado Narrativa Latinoamericana del siglo XXI, el ex Rector de la Universidad de Guadalajara Raúl Padilla López puso la primera piedra de su tan anhelado sueño de llevarse a los Estados Unidos varias actividades de esta institución, entre las que se encuentran la Feria Internacional del Libro (FIL), el Festival Internacional de Cine y algunas carreras atractivas para los hispanos en aquel país.

Pero, antes de continuar con la expansión de su proyecto de Universidad de Guadalajara en los Estados Unidos, el actual Rector General Carlos Briseño Torres y el propio Raúl Padilla deberían darles a la comunidad universitaria y a toda la sociedad una explicación amplia de cuál es el proyecto universitario transfronterizo y con qué recursos se piensa financiar esa expansión.

La Universidad debe explicar ampliamente si entre sus planes en los Estados Unidos se contempla el de otorgar programas de educación y qué tipo de planes se tienen al respecto, sobre todo porque muchos querrán saber si la institución, que cada semestre rechaza a muchos jóvenes que intentan ingresar a sus aulas, pretende ir a ofrecer allá lo que aquí no puede cubrir.

También deberían decir desde hoy si esos planes educativos se cubrirán con recursos propios de la Universidad, con apoyos del gobierno de los Estados Unidos o con recursos de inversionistas privados.

En ese mismo sentido, la comunidad universitaria y la sociedad deberían saber desde ahora si se tiene considerado crear extensiones de eventos como la Feria Internacional del Libro y el Festival Internacional de Cine y cuál será la modalidad financiera con la que pretenden realizar estos nuevos proyectos para el ego del ex Rector Padilla López.

Candil de la calle

Según Isaías Alvarado, reportero del periódico La Opinión de Los Ángeles, ciudad donde se imparte el diplomado que inauguró Carlos Fuentes, el siguiente paso del proyecto considera que entre 2008 y 2009 la Universidad “acondicionará una sede cultural dotada de una librería, una galería de arte y un auditorio de usos múltiples”.

Además, “en este recinto, que aún no se determina su ubicación, la UdeG impartirá —en un principio— cursos de inglés y español, para después ofrecer estudios de preparatoria, carreras técnicas, distintas modalidades de educación a distancia, hasta llegar a la oferta de programas académicos universitarios”.

De ser ciertos esto planes, quienes tienen bajo su responsabilidad la administración de la Universidad pública deberían explicar a cabalidad a la sociedad jalisciense porqué, cuando siguen rechazando cada semestre aspirantes al bachillerato o a alguna de las carreras que aquí se imparten, en lugar de ampliar la oferta educativa en el estado van a ofrecer estos lugares a quienes viven en los Estados Unidos y tienen un nivel de ingreso muy superior al de quienes residen aquí.

Briseño y Padilla también deberían transparentar cuánto cuestan y costarán estos planes al erario universitario y si consideran recibir algún tipo de apoyo económico del gobierno norteamericano o californiano. Además de especificar cuáles serán los mecanismos con los que, desde allá, se podrán revisar las cuentas de la institución.

También la sociedad merece saber si existe algún proyecto de convertir alguno de los proyectos universitarios transfronterizos en franquicias o figuras parecidas y quiénes son los inversionistas que podrían beneficiarse de las mismas.

Tras el gran mercado hispano

Raúl Padilla López sabe desde hace varios años que el gran mercado para los libros y para el cine en español se encuentra en los Estados Unidos y no en España o Latinoamérica.

El nivel de ingresos de los hispanos en ese país los convierte en el mercado más apetecible para los editores de libros en español y para los productores de películas en este idioma.

Por eso desde hace años acaricia la idea de llevarse una extensión de la FIL y del Festival Internacional de Cine a este país que resulta mucho más atractivo financieramente.

Esa es la razón por la que anunció en Los Ángeles, de acuerdo a la nota del periodista de La Opinión que “se contempla organizar el primer ciclo de cine en Los Ángeles (en coordinación con el Festival de Cine de Guadalajara), la extensión de actividades de la Feria del Libro de Guadalajara, traer la cátedra latinoamericana Julio Cortázar, así como la producción de programas de televisión”.

Estos proyectos, por sus dimensiones, requerirán sin duda de importantes cantidades de dinero para su arranque y para su consolidación.

Por eso resulta fundamental que, antes de continuar con estos proyectos de expansión, Carlos Briseño y Raúl Padilla le digan a la comunidad universitaria, que cada día vive con estrechez financiera, y a la sociedad entera, que cada seis meses ve con frustración como es rechazada la mayoría de los aspirantes a entrar en la Universidad, cómo se piensa financiar el desarrollo de la UdeG en Estados Unidos y cómo se justifica ese gasto.

Así como en el caso de la educación que se pretende ofrecer allá, Raúl Padilla López, pero sobre todo el actual Rector General Carlos Briseño Torres, deberían informarles a los jaliscienses si se destinarán recursos propios de la institución para emprender esos proyectos o si se piensa recurrir a otro tipo de esquemas donde intervengan inversionistas privados.

De ser los recursos propios de la Universidad los que se destinarán para estos proyectos, que más bien parecen diseñados para alimentar el ego de quien los encabeza, Briseño Torres debe justificar que la institución a su cargo siga jugando a ser candil de la calle y oscuridad de su casa.

Y si contemplan entre sus planes generar esquemas de coparticipación con inversionistas privados o figuras como el de la franquicia para desarrollar estos proyectos, Carlos Briseño deberá explicar con anticipación cuáles son estas modalidades y quiénes ganarán con ellas.

En este mismo sentido, el Congreso del Estado debería estar considerando desde ahora cuáles serán los mecanismos y los instrumentos que le permitirán al estado fiscalizar los recursos que la Universidad de Guadalajara se llevará a los Estados Unidos para realizar estos proyectos.

Por eso resulta conveniente que Carlos Briseño Torres, responsable de la administración de la Universidad de Guadalajara, explique las muchas preguntas que surgen a partir de los proyectos que Raúl Padilla pretende realizar con los recursos de la institución el los Estados Unidos, antes de continuar con estos planes transfronterizos.