¿Dónde están todos aquellos que ayer vitoreaban, exaltaban y colocaban a la senadora Lilly Télez como la única capaz de derrotar a la 4T y al presidente Andrés Manuel López Obrador en las elecciones presidenciales del 2024?

¡Ah, sí! Hoy están vitoreando, exaltando y colocando a la senadora Xóchitl Gálvez como la única capaz de derrotar a la 4T y al presidente Andrés Manuel López Obrador en las elecciones presidenciales del 2024.

¿Y dónde estarán mañana….?

La pregunta viene a cuento porque ha pasado el tiempo y Xóchitl Gálvez lo único que ha hecho es pelearse con el presidente López Obrador, defendiéndose, sí, de los ataques desde la “mañanera”, pero los firmantes del Frente Amplio por México y quienes, se asegura, le dieron más de 150 mil firmas, no creo que hayan apostado “a ciegas” a su favor, porque en el proceso electoral constitucional no ganará quien demuestre ser más valiente para enfrentarse al poder presidencial sino quién ofrezca una mejor alternativa para quienes no están de acuerdo con el gobierno de la Cuarta Transformación o se hayan decepcionado de ella.

Y es que más vale que la senadora hidalguense cambie de discurso y estrategia, porque comienza a desgastarse manteniendo un pleito que sí, efectivamente, le da “reflectores”, pero no porque traiga un discurso con contenido interesante y de fondo, que hable de los problemas del país y la manera en que se pueden solucionar, sino por el espectáculo, por el show político -cual carpa de los tiempos de Jesús Martínez “Palillo”-, que ofrece todos los días, recurriendo a su vocabulario “florido” o a actos ridículos y corrientes para una aspirante presidencial, como morder un pastelillo en forma de pene, como sucedió en Chihuahua.

Cada vez queda más en evidencia, que Xóchitl Gálvez fue víctima de una “inflación” mediática y en redes sociales que no se sostiene con una base social que realmente la respalde, como quedó evidenciado en la encuesta publicada ayer por el periódico español El País, en su edición México, y elaborada por la empresa Enkoll, en la que frente a Claudia Sheinbaum, que obtiene el 57% de las preferencias, la senadora por el PAN obtiene sólo el 21%, incluso un punto por debajo del alcalde Luis Donaldo Colosio que suma un 22% a favor.

Pero lo mismo le pasa si se enfrentara a Marcelo Ebrard, pues éste obtendría el 51% de apoyo del electoral, y Gálvez Ruiz únicamente el 28%.

Por eso, pese a la insistencia del ex panista y hoy senador ex morenista Germán Martínez de que todos los demás aspirantes del Frente Amplio por México declinen a favor de Xóchitl Gálvez, ninguno de los principales contendientes lo ha hecho y, por el contrario, han reiterado que no se bajarán de la contienda por ningún motivo, como es el caso de Santiago Creel, Enrique de la Madrid y Beatriz Paredes.

Incluso ésta última -que en varias ocasiones no ha perdido oportunidad para lanzarle algunos dardos a su compañera de escaño-, ayer declaró que habría que preguntarle a otros aspirantes panistas, como Santiago Creel, si estarían dispuestos a declinar por Xóchitl, porque ella no. Y en tono sarcástico y burlón -dicen los reportes-, dijo que no declinaba porque debido a su falta de seriedad, Gálvez podría cambiar de opinión e irse de candidata al gobierno de la Ciudad de México.

Esto dijo Beatriz Paredes a Radio Fórmula: “Hasta hace casi menos de un mes, Xóchitl conversaba con todos quienes quisieran oir que quería ser jefa de Gobierno de la Ciudad de México (…); después cambió de opinión. Yo prefiero seguir en este proceso, no vaya a ser que vuelva a cambiar de opinión y entonces nos quedemos todos sin representación”.

Y volvió a arremeter, indirectamente, en contra de la seriedad de Xóchitl Gálvez: “Mejor vamos a concluir un proceso democrático; vamos a actuar con seriedad; vamos a actuar con responsabilidad”.

Así, pues, Xóchitl Gálvez corre el riesgo de que su “magia” comience a diluirse pese a la enorme inversión mediática que se ha hecho en ella, y si no termina con la misma suerte que la ex conductora Lilly Téllez, hoy en el ostracismo, sí podría terminar siendo una terrible decepción para todos aquellos que apostaron a su favor, creyendo que así como la televisión -Televisa- “hizo” a un presidente de la República, hoy lo puedan hacer las redes sociales, sólo que en su versión femenina.

Y si no, al tiempo…