Definitivamente Enrique Alfaro Ramírez trae a los astros de espalda. No logra dar una.
Lleva ya mucho tiempo sin obtener los mejores espacios en los medios de comunicación con una declaración o un hecho que le sumen simpatías y apoyo, que lo vuelvan a colocar en la envidiable posición que estuvo antes de asumir la presidencia municipal de Guadalajara o en sus primero meses.
Hoy prácticamente se ha convertido en el rey de los memes, principalmente con sus declaraciones. Hoy es “cliente” de los cartonistas, aún y de aquellos que simpatizan con él pero que no pueden dejar pasar las escenas que les regala para hacer sus trazos. Hoy, salvo los articulistas de Mural que son filoalfaristas, tampoco ha dado excusas a columnistas, analistas y otros articulistas para evitar opinar sobre sus dichos y hechos.
Reitero: Alfaro ya no da una en las últimas semanas. Desde que perdió en la mesa frente al gobernador Aristóteles Sandoval el tema de la Reforma Electoral, particularmente lo que se refiere al financiamiento público a los partidos políticos, hasta la fecha con lo de la presa El Zapotillo, lleva anotados en su cuenta puros “outs”.
Es ocioso -y quizás hasta cruel- recordar el “rosario” de tropiezos que ha sumado Alfaro Ramírez desde aquella ocasión, pero valga referir tres casos en los que salieron a refutarle sus dichos, aún con la gente de su propio partido y equipo, el pasado fin de semana.
1. Los fuertes aguaceros que con granizada y todo cayeron el pasado fin de semana en Guadalajara y Zapopan.
2.  Su propuesta para no inundar el poblado de Temacapulín.
3. El ejercicio de ratificación de mandato.
En el primer caso, en su cuenta de Facebook, Enrique Alfaro resumió que un espectáculo de esta naturaleza nunca se había presentado en nuestra ciudad y que todo era culpa del cambio climático. El experto en meteorología y climatología, Ángel Meulenert Peña, salió al paso y le respondió que no estaba en lo cierto, que ya en otros tiempos se había registrado una escena como la referida por el alcalde y le puso como ejemplo agosto de 2004, incluyendo fotografías de aquel tiempo similares a las de hoy.
En el segundo, la propuesta de solución de Alfaro para no inundar el poblado de Temacapulín se sintetizó en no aportar ni una gota de agua y León, Guanajuato, y modificar el actual convenio de trasvase. Ahora fue el dirigente nacional de Morena, Andrés Manuel López Obrador, otrora aliado, quien calificó de demagógica dicha propuesta y que lo único que buscaba era hacerse de votos y simpatías.
Y en el tercer caso, ahora fue el presidente municipal de Tlajomulco, Alberto Uribe Camacho, quien reconoció tácitamente la ilegalidad de la cuestionada ratificación de mandato -como también lo calificaron los industriales agrupados en el Consejo de Cámaras Industriales de Jalisco (CCIJ)- y urgió a que se legisle en torno a esta figura y sea el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana, y no los propios Ayuntamientos, los responsables de aplicarla. Pero aún así se someterá a ella.
Hoy inicia una nueva semana, habrá que esperar si la suerte le cambia al munícipe de Guadalajara o se mantiene con su racha de tropiezos hasta el infinito… y más allá.