Cuando creíamos que la historia de encuentros y desencuentros entre la izquierda jalisciense había concluido con la consolidación de la alianza y el pronunciamiento del Partido del Trabajo y Movimiento Ciudadano -junto con Morena y Alianza Ciudadana- a favor de Enrique Alfaro Ramírez para ser su candidato a la gubernatura, resulta todavía no hay un Happy end.
Por el contrario, la famosa alianza de las izquierdas de Jalisco “pende de un hilo” con un alto riesgo de reventarse, pues el Partido de la Revolución Democrática no sólo no ha firmado acuerdo alguno sino que son altas las probabilidades de que no lo haga y decida contender por su cuenta y con su propio candidato.
Ahí está la razón por la que se decidió aplicar la dichosa encuesta para sacar al candidato de las izquierdas hasta el último fin de semana de enero.
La presencia de Roberto López González, dirigente estatal del PRD, durante la rueda de prensa que encabezó el senador y coordinador de la campaña de Andrés Manuel López Obrador, fue más un acto de cortesía y diplomacia política que muestra de que el partido del sol azteca estaba finalmente sumado a esta alianza.
Vamos, el PRD no deseaba, ni desea, “contaminar” la actual gira -que concluye mañana sábado- de su candidato a la presidencia,  López Obrador,  con un conflicto local, por eso mandó un mensaje de que estaba, pero no estaba.
Y la verdad es que al interior del PRD se han alzado voces, por un lado, que no están de acuerdo con apoyar a Alfaro Ramírez, trs las manifestaciones peyorativas y hasta faltas de respeto en contra del partido y de sus anteriores y actuales dirigentes; y, por el otro, hay quienes han manifestado su completo rechazo a las condiciones impuestas por el alfarismo para concretar la alianza.
Por el momento, el PRD entró en un impasse en tanto se encuentra en tierras jaliscienses el candidato presidencial, pero luego de haberse ido entrará a una profunda discusión sobrela conveniencia o no de sumarse al candidato que ya hicieron suyos el PT y el MC y que el partidos del son azteca, por tanto, tendría que aceptar como “adoptado”.
Cuestión de tiempo, pues, para conocer el desenlace de esta historia de las izquierdas y que todo parece llevar a que no habrá alianza del PRD con sus “hermanos menores”.