Hábil para vender como suyas iniciativas elaboradas por otros, pero cuidadoso de no caer en el error del plagio, el diputado sin partido -lo de independiente es cuestionable-, Pedro Kumamoto Aguilar, ha emprendido una intensa campaña mediática para hacer creer que propios y extraños, dentro y fuera de la Cámara de Diputados, están al pendiente de la propuesta del legislador federal Manuel Clouthier y que el jalisciense bautizó -es su único mérito en este asunto- como “sin voto no hay dinero”.
Según Kumamoto, 150 organizaciones y más de 35 mil ciudadanos apoyan esta iniciativa que además, aseguró, ya cuenta con el respaldo de las bancadas del PRD, del Partido Movimiento Ciudadano y de algunos diputados del PAN; sin embargo, cabe aclarar que salvo la fracción que coordina Clemente Castañeda, y que es minoritaria en San Lázaro, hasta el momento quien coordina a los diputados del PRD y que es la voz oficial no ha declarado públicamente su apoyo, aunque sí algunos diputados del sol azteca en lo indivual, mientras que esos “algunos” panistas no han sido identificados ni en nombre ni en número.
Pedro Kumamoto ha hecho creer con su campaña mediática muy bien armada, que la única iniciativa de peso que propone la reducción del financiamiento público a los partidos políticos y, por lo tanto, la única que vale la pena discutir, es la elaborada por Clouthier y promovida por él, pero son alrededor de 16 iniciativas las que obran en poder de la Comisión de Puntos Constitucionales de la Cámara de Diputados y que serían discutidas en su sesión de hoy jueves programada para iniciar a las nueve de la mañana.
Esa es la razón por la que algunas fracciones parlamentarias -y no partidos políticos como dice Kumamoto- no se han pronunciado particularmente por la iniciativa de Clouthier, como es el caso del PRI, del PAN, de Morena, de Nueva Alianza y el Partido Verde, pues ellas han presentado las propias, por un lado, y por el otro entonces tendrían que fijar un posicionamiento sobre cada una antes de hacerlo en la sesión de hoy.
Ahí está otra trampa más de Kumamoto, que mañosamente promueve la presión ciudadana para que se obligue a los diputados de éstas fracciones a fijar su posicionamiento sobre la iniciativa que en particular promueve, cuando hay otras 15 más igual o más trascendentes como es la del gobernador Aristóteles Sandoval, y otros, que plantea el no financimiento público a partidos en años no electorales, mientras que Pedro impulsa que se les otorguen recursos del erario todos los años, aunque sea poquito.
Pero Pedro Kumamoto debe saber que en la agenda de asuntos de la sesión de la Comisión de Puntos Constitucionales, este punto del financimiento a los partidos políticos es el último o penúltimo a tratar, lo que significa que seguramente la discusión de cada una de las iniciativas que sobre el tema se abordarán consumirán mucho del tiempo de esta sesión.
Además, contra lo que Kumamoto cree o quiere hacer creer que sólo es cuestión de que los diputados digan si están a favor o en contra de la iniciativa que él bautizó, la discusión del asunto no será nada fácil porque implica la afectación que algunos partidos políticos, particularmente los que podríamos ubicar de la “chiquillada” -salvo el PMC-, sufrirán con este recorte y eso no será fácil de sortear.
Asimismo, este tema no es un asunto que sólo los diputados deben de abordar sino que su alcance es de tal magnitud que lo que prevalecerá será el interés de todos y cada uno de los partidos políticos en cuyo interior -llámense consejos políticos o de cualquier otra manera- no se ha analizado ni discutido.
Así, pues, puedo pronosticar que Pedro Kumamoto regresará de la Ciudad de México como llegó: con las manos vacías porque todo indica que este asunto quizás se discutirá -cada una de las iniciativas propuestas-, pero no se someterá a votación y posiblemente tenga que mandarse a la “congeladora” hasta que cada uno de los partidos la haya discutido y asimilado en lo interno.
¿El tiempo? No lo sabemos, pero quizás la decisión no estará ya en manos de la actual legislatura federal sino tal vez de la próxima, pues queda poco tiempo para el receso legislativo -en abril- y ya no regresan sino hasta septiembre próximo, un mes antes de que inicie el proceso electoral y será impensable que este tema sea atendido.
Y seguramente esto lo sabe Pedro Kumamoto, pues “curándose en salud” ayer declaró ante los reporteros que esperaba que la iniciativa que bautizó fuera aprobada hoy jueves, “el año que entra o dentro de tres años”.
De esta manera, mi pronóstico es que este tema no será sometido a votación el día de hoy ni en lo que resta de la actual legislatura en San Lázaro. En una palabra, no saldrá “humo blanco”.
Y si no, al tiempo.