El pasado miércoles cuatro de este mes, bajo el título: “¿Avalará el alfarismo la agenda personal de su diputado Augusto Valencia?”, escribí lo siguiente:
“… Apenas horas después de que los diputados alfaristas aparecieron ante los medios de comunicación para dar a conocer con “bombo y platillo” su agenda legislativa, Valencia López decidió quedarse en el pasado, voltear hacia atrás, y “colgarse” de temas que generaron escándalo mediático su propia agenda personal sobre la que ya dijo que él trabajará: Los casos de la 58 y 59 Legislaturas y el del titular de la Auditoría Superior del Estado que ya la propia Suprema Corte de Justicia de la Nación se encargó de cerrar al fallar a favor de Alonso Godoy Pelayo.

“Posiblemente Del Toro Castro tenga que recordarle a Augusto Valencia que hay temas y asuntos que legal y jurídicamente ya están concluidos y que escarbarles mediáticamente sólo para aparecer en las primeras planas de algún diario local no es cumplir con la tarea de un diputado que dice estar preocupado por las causas ciudadanas, mucho menos si pertenece a la fracción alfarista del Partido Movimiento Ciudadano.
“Ismael del Toro debe de estar preocupado no por la posibilidad de tener en su bancada a un presunto diputado “incómodo”, sino a un compañero de curul que crea que ser diputado es poner a trabajar la lengua en lugar del lápiz y papel.
“Seguramente pronto sabremos si a Ismael le preocupó que Augusto traiga su propia agenda o decide dejarlo que se vaya “por la libre” para posteriormente deslindarse de él o deslindarlo de la bancada.
“O decide que la mejor receta es la que le aplicaron Hugo Rodríguez y Margarita Alfaro: ignorarlo. Al tiempo”.
Bueno, pues no tuvimos que esperar mucho tiempo para conocer la decisión tomada por Ismael del Toro respecto a la agenda particular de Augusto Valencia, pues 48 horas después el coordinador de la bancada alfarista en el Congreso del Estado le respondió a través del mismo medio en el que Valencia López anunció su agenda personal,  el periódico Milenio.
Sin necesidad de mencionar por su nombre a su compañero de bancada y correligionario ex presidente del Instituto de Transparencia, Ismael del Toro Castro fue categórico al subrayar cuál será la labor de los 14 diputados alfaristas, incluyendo al propio Augusto:
“No vamos a concentrar nuestro esfuerzo en estar buscando culpas en el pasado, no es facultad de un diputado. La procuración de la justicia, si hay algo que señalar en la Fiscalía, que se denuncie, nosotros no vamos a ser tapaderas de nadie, pero tampoco vamos a perseguir ganar agenda en los malos manejos del pasado.
“Si hay algo que resulte administrativamente será de conocimiento jurídico a la Fiscalía, y nosotros vamos a seguir nuestra ruta de trabajo para fortalecer el trabajo sustancial del Congreso”.
Sin duda que la respuesta de Ismael del Toro a la inquietud de Augusto Valencia por sacar del “archivo” temas que mediáticamente le darán las primeras planas de algunos o algún medio de comunicación, fue categórica. Fue un contundente: “engarróteseme ahí”, pues habría sido un mal precedente si el coordinador de los alfaristas en el Congreso permite que uno de los suyos ande como “chivo en cristalería” con su agenda propia, poniendo en riesgo, incluso, el trabajo y los acuerdos de Del Toro con las demás fracciones parlamentarias.
Ahora sólo resta esperar a que pase el tiempo para confirmar si Augusto Valencia entendió el mensaje de su coordinador o decide ignorarlo, rebelarse y seguir creyendo que deveras él es un “ciudadano libre”. Al tiempo.