francisco-ramirez-acuna   
Julio César Hernández
De llegar a la Cámara de Diputados, Francisco Javier Ramírez Acuña arribará con un reproche a sus antecesores, aun de su propio partido: el haber legislado “de noche” y aprobado la legalización de la posesión de estupefacientes.
Ramírez Acuña recordó que como gobernador, junto con otros mandatarios estatales, se opuso a la iniciativa presentada durante el gobierno del entonces presidente Vicente Fox, a quien le pidieron que la vetara, “pues sentimos que eso podría trastocar la lucha contra el consumo y uso de enervantes”.
Ahora reitera que “cualquier autorización, aunque sea para efectos de abrir la puerta para que las autoridades locales también persigan a los narcomenudistas, no es correcta y no estoy de acuerdo. Creo que no fue una legislación atinada”, precisó.
Sin embargo, señaló que habiéndose aprobado ya la legalización de la posesión de una determinada cantidad de drogas, será ahora cuestión de esperar y ver cómo camina  y opera este asunto, pues en caso de que resulte contraproducente, entonces desde la Cámara baja promoverán dar marcha atrás mediante otra iniciativa, pero siempre y cuando se advierta que tendrán éxito, pues no tendría caso presentar una iniciativa que se prevé vaya a fracasar.
Anótese, pues, otro compromiso más que se echa a cuestas el ex titular de Bucareli en su camino por lograr llegar a San Lázaro, pues ya anteriormente se comprometió a presentar iniciativas que tienen que ver con la reducción del número de diputados plurinominales, la reelección de diputados y senadores y la revocación de mandato.
Más vale que los vayamos apuntando, para luego no nos salgan con que “a chuchita la bolsearon”.