El auditor superior del Estado, Alonso Godoy Pelayo, dejó nuevamente en evidencia a sus detractores al negar que se haya despachado “con la cuchara grande” en cuanto a adjudicarse préstamos económicos de los que no ha pagado ni un peso , adelanto de salarios y de aguinaldo, como lo publicó el diario “El Informador” en su edición del pasado día 11.
Así se confirma de acuerdo al comunicado que recibieron los 39 diputados de parte de Godoy Pelayo, con fecha de ese mismo día -del cual tenemos copia-, que acompaña con una serie de copias de documentos que avalan su dicho, amén de la copia de la carta aclaratoria que le hizo llegar también al editor-director del casi centenario matutino y que el mismo no ha hecho pública.
De estos documentos se desprende que los préstamos recibidos fueron cubiertos el mismo mes que se otorgó dicha prestación a la que tiene derecho todo servidor público del Poder Legislativo, de acuerdo al reglamento de las condiciones de trabajo vigentes desde el 2002, según el Acuerdo Legislativo 514/02.
Esta es la razón por la que la que no aparece en su nómina descuento alguno de dichos préstamos, que dan pie a que el periódico local concluya que no ha pagado o no se le ha descontado ni un peso.
En su comunicado a los legisladores, el auditor Godoy Pelayo les refiere que la información publicada en “El Informador” obra en poder del propio Congreso del Estado y en la página web de la misma ASEJ. “Lo que no aparece en ningún informe -subraya-, son los juicios de valor que se plasman en la nota, imprecisos o falsos”.
Los documentos que le adjunta a cada diputado son: Copia de la carta aclaratoria a “El Informador” “donde niego por falso sostener adeudos con la ASEJ, y niego por falso que yo fije los topes salariales”; copia del Acuerdo del Comité de Transparencia y Valoración Salarial donde se autorizan los topes salariales a que está obligada la ASEJ, “mismos a los que nos hemos apegado, incluso sin llegar a los máximos ahí acordados”.
Asimismo, les anexa “copia de los recibos de pago de prestaciones recibidas por su servidor, conforme a la ley”, y les recuerda que “en los informes mensuales que esta Auditoría le envía al Congreso, se puede corroborar el irrestricto apego a derecho de nuestras erogaciones”.
Y concluye:
“Por lo demás, ratifico: seguimos a pie juntillas nuestro programa presupuestal y cumplimos con todas  nuestras obligaciones y compromisos financieros puntualmente, debido al orden y a la austeridad en el gasto y no a que esta ASEJ disponga de recursos excesivos como la nota sugiere”.
En su carta aclaratoria al periódico “El Informador”, el Auditor Superior le señala al editor-director las contradicciones existentes en su información:
“(…) Todas esas erogaciones que ustedes citan derivan de leyes, reglamentos y contratos laborales existentes en el Poder Legislativo y ninguna surgió u obedeció por voluntad o facultad discrecional de su servidor; inclusive, ustedes mismos en su nota fundamentan y reconocen que la totalidad de las prestaciones se encuentran sustentadas en los artículos a que hacen alusión”.
Y le subraya:
“Aunque se establezca equivocadamente en su diario que el ‘auditor se despacha con la cuchara grande’, no me siento agraviado porque yo no fijo sueldos y salarios. Las imprecisiones o mentiras no dañan a quienes las sufren, ni aún en la aplicación de lo que ya parece axiona, ‘calumnia, calumnia que algo queda’ o ‘una mentira repetida mil veces se convierte en verdad’. En todo caso, evidencian a quien es impreciso o miente, por descuido o dolo”.
Por último, les aclara:
“(…) Es absolutamente falso el que tenga adeudo alguno de la prestación recibida”.