Parece que sólo en Jalisco sucede lo menos imaginable. ¡Qué días éstos últimos…!
El domingo siete el PRI sufre una sonora derrota electoral; dos semanas después, el viernes 19, es asesinado por la mañana el delegado del ISSSTE y ex dirigente estatal del PRI, Javier Alejandro Galván Guerrero; el lunes 22 el presidente Enrique Peña Nieto hace acto de presencia en Zapopan para inaugurar un evento educativo; y 24 horas después es detenido Rubén Oceguera González, alías “El Menchito”.
Nazario Oceguera, su padre conocido como “El Mencho”, tiene su asentamiento en aquella zona cercana a la costa sur de Jalisco, en Autlán y sus alrededores, municipio que gobernó Galván Guerrero, oriundo de ese lugar. Y de donde también era originario el diputado Gabriel Gómez Michel, asesinado en septiembre del año pasado en Zacatecas, en los límites con Jalisco, luego de haber sido “levantado” en el Periférico.
Aunque de manera apresurada el fiscal central, Rafael Castellanos, salió ante los medios a declarar el mismo viernes por la tarde que la disputa por una finca en Guadalajara era la línea de investigación más fortalecida sobre las causas del crimen en contra de Galván Guerrero, por el hecho de que existía una averiguación previa al respecto, en los corrillos políticos aseguran que no debe ser minimizada la posibilidad de que en su muerte haya participado el crimen organizado.
Ayer, de acuerdo a la agenda registrada en el portal del Gobierno del Estado en internet, el gobernador Aristóteles Sandoval estuvo en la ciudad de México al mediodía, luego de que al parecer poco después de las 9:30 hrs recibió en Casa Jalisco al cardenal Juan Sandoval Iñiguez.
Sin duda que el esclarecimiento de la muerte de Javier Galván es una de las prioridades del Mandatario estatal, pero tendrá que hacerlo con argumentos creíbles y pruebas sólidas que los sostengan, pues hasta el momento nadie ha creído la versión del pleito por una finca en Guadalajara.
Ya comentaba en este espacio el lunes pasado que dos altos funcionarios del Poder Judicial cuestionaban la versión del fiscal Rafael Castellanos, en una clara descalificación a la línea de investigación que dijo era la más fortalecida sobre las causas del crimen de Galván Guerrero.
Valga decir que, a diferencia de otros casos similares, hasta el momento el fiscal general Luis Carlos Nájera Gutiérrez de Velasco no ha salido a los medios a hablar del “Caso Galván”, y esto sucede en medio de las insistentes versiones de que ya está cercano su relevo del cargo y que eso sucedería en los próximos cambios que se espera anuncie el Ejecutivo en los próximos días, si no hay motivo para retrasar más el anuncio.
La duda es si la resolución del caso le corresponderá a él o a quien lo suceda, si son ciertas las versiones de su salida aun de fuentes cercanas a Casa Jalisco.
Habrá, pues, que preguntarse si es posible encontrar una relación entre la elección del domingo siete, la muerte de Javier Galván Guerrero y la detención de Oceguera un día después de la visita de Peña Nieto a Jalisco, y si esa línea de investigación rebasa a la planteada por el fiscal central Rafael Castellanos, o todo fue una simple coincidencia. Al tiempo.