Si algo hay que reconocerle a Pedro Kumamoto Aguilar es su tenacidad y, particularmente, creatividad para recabar firmas que lo lleven a convertirse en candidato independiente al Senado de la República. Hasta ayer por la noche el  Instituto Nacional Electoral había recibido 39 mil 461 de ellas, lo que representa un avance del  34.18%.
Es un error destacar que de los aspirantes a una candidatura al Senado, Kumamoto va en primer lugar porque eso no es cierto, pues la cantidad de firmas que cada uno está obligado a recabar no es la misma y eso descalifica cualquier comparativo con sus similares. Pero este es el manejo tendencioso de la información sobre el diputado con licencia que le es favorable y que él deja pasar por así convenirle.
Por ejemplo, mientras por la extensión del estado y el total de ciudadano registrados Kumamoto debe de reunir 115 mil 443 firmas, el sinaloense Manuel Clouthier requiere únicamente obtener 41 mil 610 y hasta el momento lleva 14 mil 400, que representa el 34.61%.
O el caso del ex marchista regiomontamo Raúl González, quien requiere sumar 75 mil 607 firmas, de las que actualmente lleva 20 mil 8, que representa el 26.46%.
O el chiapaneco y ex gobernador de aquella entidad, Pablo Salazar Mendiguchía, quien necesita reunir 68 mil 336 y hasta ayer llevaba 17 mil 347, que es el 25.38%.
Pero eso no quita que a diferencia de los aspirantes a la candidatura presidencial que se la pasaban quejando de las fallas de la aplicación del INE, Kumamoto Aguilar se ha dedicado a organizar las más diversas formas de tener a su equipo y estar él mismo en lugares de concurrencia de potenciales simpatizantes, cosa que no han realizado quienes integran el equipo de Margarita Zavala, por ejemplo.
Por supuesto que, como ha sido su característica, Pedro ha sabido también mantener la atención de los medios que han sido su gran soporte, aunque no pocos de ellos lo publicitan ignorando la realidad de las cosas y sólo se dejan llevar por las apariencias u observan en lo superficial, que siempre le beneficia al aspirante sin partido.
Pero las apuestas sobre si logrará cumplir con la meta en la fecha establecida están a la orden del día, aunque considero que eso no es lo trascendente sino el obtener los votos necesarios para alcanzar la victoria y que asciende a más de un millón o a poco más de 900 mil si se consuela con llegar como primera minoría.
Ahí está el gran reto de Kumamoto.
Al tiempo.