Cuando se esperaba que ocurriera hasta el 4 de diciembre, ayer la dirigencia nacional del PRI emitió la convocatoria para la elección de su candidato -ocioso decir “o candidata”- a la presidencia de la República.
Las fechas claves en este proceso son el 3 de diciembre, cuando se contempla el registro de precandidatos -de 11:00 a 13:00 hrs-; el 5 de diciembre cuando se dictaminará quiénes cumplieron con los requisitos; el 14 de diciembre al 11 de febrero, cuando se efectuará la precampaña; y el 18 de febrero, cuando saldrá “humo blanco” y se conocerá oficialmente el nombre del abanderado priista.
Interesante resulta la fecha del registro, pues recuérdese que para el día último de noviembre debemos saber quién será el sustituto de Agustín Carstens en el Banco de México y, por ende, si se designó o no para dicho cargo a quien se menciona como el perfil más adecuado, José Antonio Meade, independientemente de cuándo renuncie a la secretaría de Hacienda.
A menos de que el presidente Enrique Peña aún no oficialice al nuevo gobernador del Banco para esa fecha y deje un encargado de despacho, si es que eso es posible.
Por supuesto que el mismo 3 de diciembre conoceremos de manera extraoficial quién será el candidato presidencial, al saber quiénes se registrarán como precandidatos. Y es que es de esperarse que se registre más de un aspirante, a fin de que haya precampaña por espacio de casi dos meses, pues de otra manera si hubiese uno sólo tendría que “encerrarse” y dejarle todo el camino y espacio abierto a sus adversario de otros partidos.
Si habrá más de un precandidato, ¿cuántos de los cuatro mencionados por Emilio Gamboa se registrarán como tales? De antemano, si las cosas son como han trascendido, tendríamos que descartar a José Narro Robles por ser el perfil considerado a contender como candidato al gobierno de la Ciudad de México. ¿Entonces quienes de entre José Antonio Meade -si no sustituye a Carstens-, Aurelio Nuño y Miguel Ángel Osorio Chong serán precandidatos? ¿O de los tres lo hará uno sólo y entonces habrá un aspirante de bajo perfil que hará las veces de “sparring” del “elegido”?
Aunque ayer el presidente Peña Nieto -que conste que no fue Enrique Ochoa, dirigente del PRI-, aclaró que su partido no elegirá al candidato “a partir de elogios y aplausos” -en referencia a las loas que Luis Videgaray le dedicó a José Antonio Meade-, son pocos los que aún no creen que el secretario de Hacienda vaya a ser el ungido luego de todas las señales que se han enviado a su favor o la menos así se han interpretado.
En paralelo al lanzamiento de la convocatoria, que para entonces quien sea el candidato ya sabrá que lo va a ser, comenzará a correr la cuenta regresiva para lo que corresponde a la candidatura del PRI al gobierno del Estado, donde por supuesto ya participará el ungido que busque llegar a Los Pinos.
Y es que, sin duda, la definición de las fechas para la candidatura presidencial dará pie a que las fichas en Jalisco comiencen a moverse con mayor claridad.
Todo es cuestión de tiempo.