¿Hasta dónde, a excepción de Morena, la oposición en Jalisco se manifestará como tal y hasta dónde su silencio será cómplice de las malas decisiones, irregularidades y hasta presuntos ilícitos en las que pudieran incurrir los gobiernos -estatal y municipales- en turno?

Hoy, cuando hablamos de oposición en Jalisco, tenemos que entrecomillar la palabra “oposición”. No dejan de otra.

En el Congreso del Estado, salvo los morenistas, el resto de los diputados de “oposición” se han convertido en una extensión más de la fracción parlamentaria del partido en el gobierno, pues no se han atrevido a alzar la voz, y mucho menos a oponerse, ante las malas decisiones y acciones del Ejecutivo estatal sino que, por el contrario, han sido dóciles para levantar la mano y aprobar, por ejemplo, una deuda por 5 mil 250 millones de pesos sin hacer el menor aspaviento.

Ya algo en los corrillos del legislativo se dice sobre las ganancias que les deja esa deuda.

Ahora, con el caso de la extraña licitación para un cuestionable arrendamiento de maquinaria por un monto de poco más de 3 mil 600 millones de pesos, ni la “oposición” en el Congreso -salvo Morena- ni directamente las dirigencias de los partidos se han atrevido a salir a cuestionar o a exigir cuentas claras al titular del Ejecutivo.

Vamos, ni siquiera han tenido el valor para salir y preguntar públicamente que hacía junto al gobernador Enrique Alfaro, en primera fila en el juego de los Lakers, el empresario que apenas semanas antes había ganado esta polémica licitación enmarcada en el programa “¡A toda máquina!”. Quizás se preguntan para qué cuestionan si la oposición que ya ha sido gobierno sabe mucho de eso. Y quizás más de lo que hoy vemos.

Hasta el momento, no existe un posicionamiento público sobre este tema del PAN, del PRI o del PRD. Tal vez porque temen, unos, perder la interlocución con el gobierno estatal y, todos, el que los municipios que gobiernan no reciban esa maquinaria, no obstante que la forma en que fue licitada es cuestionable. ¿O será porque nada les extraña a los dos primeros que ya encabezaron el Ejecutivo estatal?

En fin. Ante la realidad que vive el estado, los jaliscienses tendrán que acostumbrarse a la inexistencia de la oposición política en Jalisco, quizás porque tienen miedo de perder lo que les toca… así sean migajas.