La oposición del presidente municipal Jesús Pablo Lemus Navarro a que la Villa Panamericana se convierta en zona habitacional -que él mismo avaló cuando le propuso a Mario Vázquez Raña la construcción del complejo en la zona de El Bajío en 2010- y su resistencia a cumplir con lo que le mandata la ley, tiene más visos de un asunto personal que disfraza con su compromiso como autoridad municipal.

Y el tomar el caso de la Villa como algo personal, lo ha llevado no sólo a enfrentarse al gobernador Enrique Alfaro sino a convertirse en su principal boicoteador al contradecir sus declaraciones y encontrar repentinos motivos para asegurar que aquella no puede ser habitada.

Cuando El Diario NTR Guadalajara dio a conocer las negociaciones para la transacción de la Villa Panamericana, noticia que tomó a todos por sorpresa porque se realizó sigilosamente y el Gobierno del Estado prefirió ocultarlo antes que hacerlo público inmediatamente, Lemus Navarro argumentó una y otra vez que no iba a entregar los permisos de habitabilidad por razones ambientales y porque existían aún varios juicios en Tribunales que frenaban la operación.

Sin embargo, luego de que Alfaro Ramírez decretó la zona de El Bajío como área protegida y de reserva -con lo que los problemas ambientales quedaban resueltos- y ahora que los juicios legales quedaron sin efectos por el desistimientos de quienes los habían interpuesto, Jesús Pablo se quedó “colgado de la brocha” y no pudo ocultar su enojo y arremetió contra Salvador Cosío, Alejandro Cárdenas y los vecinos de Rancho Contento a quienes acusó sin prueba alguna de por medio de que se habían “vendido”.

Pero no contento con eso, se “sacó de la manga” una serie de argumentos para poder sostener su oposición de otorgar los permisos de habitabilidad, dejando abierta la puerta de que si lo obligaban a hacerlo -lo único a lo que lo pueden obligar es a cumplir la ley y no tiene otra salida que hacerlo-, él prefería dejar de ser presidente municipal antes que cumplir el mandato legal.

Ayer, en ese afán de encontrar un pretexto para no entregar los permisos de habitabilidad, declaró a los reporteros: “No podemos dar la habitabilidad porque en materia técnica no cumple los requerimientos ni el Código Urbano ni de los Planes Parciales de Desarrollo mide las áreas de servicio del municipio, no se puede”.

Y en su terquedad por querer hacer quedar mal al gobernador, ayer prácticamente lo acusó de mentiroso, de estar mal informado y de hacer declaraciones falsas o imprecisas cuando Alfaro aseguró que la Villa Panamericana ya tenía todos los permisos necesarios para ser habitada y que no se requería que el Ayuntamiento de Zapopan otorgara permiso alguno. Lemus Navarro quiso dejar en evidencia al gobernador y declaró:

“El gobernador se refirió a que estaban todos los permisos, eso es cierto y se otorgará los permisos en el año 2008 bajo unos Planes Parciales en tiempos de Juan Sánchez Aldana que ya no existen. Héctor Vielma modificó esos Planes Parciales en su administración, lo que modificó la densidad de la zona del Bajío, El Arenal”. Y con un ndejo de ironía, remató: “Claro que los permisos existen, es 100 por ciento cierto; sin embargo, la habitabilidad es un instrumento jurídico que tenemos los municipios para obligar a los desarrolladores”.

Jesús Pablo Lemus asegura que no tiene ningún problema con el gobernador Alfaro, pero con su actuación en torno al futuro de la Villa Panamericana ha dejado en evidencia que está decidido a convertirse en un obstáculo para en Mandatario en sus planes de recuperar el dinero de los pensionados, y al mismo tiempo deja en claro que está dispuesto a cobrar viejas facturas a algunos de los desarrolladores involucrados en la transacción, lo que significa que más que actuar con el cerebro lo hace con el hígado.

Y sobre todo lo anterior, lanza una amenaza: más vale que los desarrolladores cumplan con los requisitos que faltan para lograr la habitabilidad del complejo e inviertan los millones que requerirán, porque ya está en puerta la reforma a los Planes Parciales de dicha zona.

Reitero: ¿Esto es o no prueba de que la oposición de Lemus Navarro a la habitabilidad de la Villa Panamericana responde más a cuestiones personales que a la conducta responsable de una autoridad municipal?

Los hechos hablan por sí mismos. Al tiempo.