A diferencia de Zapopan donde hubo una fórmula de unidad para dirigir los destinos del PRI municipal, en Guadalajara se registraron seis aspirantes a tomar las riendas de un partido que cada vez se diluye más y al que nadie le apuesta para ser protegonista en los próximos comicios del 2021.

Los registrados a la presidencia y secretaría general del PRI Guadalajara, respectivamente, son: Julio Hérnandez y Blanca Eugenio García Godoy, Miriam Ladrón de Guevara y Christian Rafael Ascencio, Carlos Corona y Penélope Aguilera, Jesús Gaytán y Luz de Lourdes Hernández, Alejandro Juárez y Claudia Padill y Daniela Hernández y Andrés Ibarra Nuño.

Días antes de que se lanzara la convocatorio, treascendió en los corrillos prolíticos que se le había ofrecido la dirigencia tapatía a militantes ligados al Grupo Universidad, de la UdeG, pero que por supuesto la rechazaron, de ahí que se vieron en la necesidad de abrir un proceso que inicialmente se buscaba tuviera un candidato de unidad.

Ahora, conocidos ya los aspirantes, sobresale el nombre de Carlos Corona, ex presidente de la Federación de Estudiantes Universitarios y ex secretario general del Congreso del Estado, de donde salió en medio del escándalo por presuntos malos manejos, que lo llevó a buscar refugio en las filas del partido Movimiento Ciudadano, concretamente en el grupo del alcalde Ismael del Toro, pero no fructificó y hoy regresa a los brazos priistas, al parecer impulsado por el ex gobernador Aristóteles Sandoval Díaz.

Días antes de su registro, corrió en redes la versión de que su compañera de fórmula sería Gloria Rojas, la ex delegada de la Sedesol el sexenio pasado, pero que fue “bajada” de la lista y su lugar lo ocupó Penélope Aguilera, quien también aspiraba a encabezar una fórmula.

La verdad es que el PRI ya no levanta interés en la ciudadanía y prácticamente muy poca entre su militancia, que cada vez es menos, pero sin duda que para los planes de un ex gobernador como Aristóteles Sandoval, integrante del CEN priista, apoderarse del comité en Guadalajara le significaría el espacio ideal para construir un proyecto personal y de grupo no sólo para 2021 sino para el 2024.

Lo único que faltaría saber es si ese proyecto es para beneficio del PRI o para ir en alianza -seguramente de facto- con algún otro partido que bien puede ser el PAN o el propio Movimiento Ciudadano a fin de cotrarrestar el avance de Morena.

Habrá que esperar dos semanas para conocer qué rumbo tomará el priismo tapatío y bajo la conducción de quién. Hay quienes apuestan a que Corona sáldrá victorioso, pero a como están las cosas dentro del PRI el resultado podría ser otro y no sería sorpresa.

Al tiempo.